El tiranicidio según Santo Tomás de Aquino

“¿Buenismo? ¡No gracias!” (2ª Parte)

El buenista ´chivato´ le echa las culpas al cura

“¿Buenismo? ¡No gracias!” (2ª Parte)
A la izquierda el cura católico Josef Wehrle; a la derecha el mayor Ludwig Freiherr von Leonrod, Oficial de Caballería de la Wehrmacht durante la IIª Guerra Mundial.. PD

Esta es la historia del mayor Ludwig Freiherr von Leonrod, Oficial de Caballería de la

Wehrmacht durante la IIª Guerra Mundial, devoto católico, “buenista”, y tonto de solemnidad.

Un buenista en la operación ´Valkiria´

En una de las tantas conspiraciones promovidas por oficiales del ejército alemán para atentar contra la vida de Hitler, los conjurados contactaron con el mayor Ludwig Freiherr von Leonrod para que se uniese a tan ilusionante proyecto. Pero este hombre, tibio y melindre hasta los tuétanos, les respondió que como católico no le parecía correcto eso de matar a nadie y que por lo tanto no contaran con él para la comisión del atentado. Pero no contento con ello, va corriendo a su párroco a confesarse y preguntarle si debía denunciar a las autoridades,  que iban a asesinar al Führer, porque su conciencia le decía que – de no hacerlo – iba a cometer un pecado muy gordo y podía acabar en el Infierno.

[Y digo yo, si tan en contra estaba de matar, para qué coño eligió la carrera militar. Pero sigamos con esta historia].

El buenista ´chivato´ le echa las culpas al cura

Cuando falla el atentado que a punto estuvo de costarle la vida a Hitler el 20 de julio de 1944, se abre una investigación, a resultas de la cual el militar es detenido por la Gestapo, acusado de ser conocedor de la conspiración. Tras ser interrogado, y torturado durante días, sobre a quién había hecho participe de su información sobre el atentado, von Leonrod acabó declarando que se lo había contado, bajo secreto de confesión, a su párroco, para saber si era pecado el conocer la posible comisión de un asesinato [el de Hitler] y no hacer nada para evitarlo.

[Esa fue su segunda metedura de pata. La primera la cometió el día que fue a confesarse. Sigamos ahora con la historia y con la tercera y definitiva metedura de pata].

Ya perdidas las vergüenzas, y supongo que las uñas, cantó a sus verdugos que su confesor era el padre Josef Wehrle, párroco de la Iglesia de la Santa Sangre en Bogenhausen, Múnich, y que éste le había dicho que matar a Hitler no era un asesinato, sino un “tiranicidio”, y que esto no era pecado.

Obviamente, al oír esto, a los interrogadores de la Gestapo se les hizo la boca agua mientras se frotaban las manos.

El tiranicidio según Santo Tomás de Aquino

[Supongo yo, y es un suponer, que el padre Wehrle se habría apoyado para decir que matar a Hitler no era pecado, en el canon nº 2243 del CIC, y en Santo Tomás de Aquino, quien en el capítulo IV de su Suma Teológica, expresa que: “cuando la tiranía es en exceso intolerable algunos piensan que es virtud de fortaleza matar al tirano”. Pero no especulemos y sigamos con la historia].

El padre Josef Wehrle fue rápidamente detenido y juzgado junto a von Leonrod, y tras un teatral juicio, en el que fueron “reñidos y humillados”, por el juez Roland Freisler, ambos fueron condenados a ser ahorcados con alambre y que sus cadáveres fuesen colgados en ganchos para carne. La sentencia se cumplió ese mismo día, en la prisión de Ploetzensee.

Doscientas personas más fueron ejecutadas por haber participado de alguna manera en el fallido atentado contra Hitler.

El buenista no subió a los altares

Resumiendo, que el exceso de beatería y tibieza  de von Leonrod, acabó provocando que hiciesen beato y mártir a su confesor, mientras que él –que era muy bueno- se quedó sin entrar en el santoral.

Si algún “buenista” considera como “poco cristiano” mi escrito de hoy, le recomiendo que antes de condenarme a la hoguera, lea lo que dice Jesucristo (Mateo, 10:16): “Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas.”

¿Buenismo? ¡No gracias!

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Autor

Antonio Gil-Terrón Puchades

Antonio Gil-Terrón Puchades (Valencia 1954), poeta, articulista, y ensayista. En la década de los 90 fue columnista de opinión del diario LEVANTE, el periódico LAS PROVINCIAS, y crítico literario de la revista NIGHT. En 1994 le fue concedido el 1º Premio Nacional de Prensa Escrita “Círculo Ahumada”. Ha sido presidente durante más de diez años de la emisora “Inter Valencia Radio 97.7 FM”, y del grupo multimedia de la revista Economía 3. Tiene publicados ocho libros, y ha colaborado en seis. Actualmente escribe en Periodista Digital.

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