La Comisión Europea ha retirado la guía interna de lenguaje inclusivo que pedía felicitar «las fiestas», no «la Navidad», para no herir el prurito de otras culturas y sensibilidades.
La socialista maltesa Helena Dalli, comisaria de Igualdad de la Comisión Europea, ha sido desautorizada, ante la reacción de la ciudadanía europea frente a su última ocurrencia ´inclusiva´ y con perspectiva no sé de qué. Bueno, sí que lo sé, pero mejor me callo.
La socialista Dalli, la misma que no tiene ningún reparo en felicitar el Ramadán a los musulmanes en su cuenta oficial de Twitter, cosa que por otra parte me parece bien, había publicado un manual de comunicación para la Unión Europea, en el que prohibía el uso de la palabra “Navidad”, así como la utilización, en ejemplos, de nombres propios “asociados a una religión”, tales como “María” o “Juan”… ¿A qué religión se referiría? El panfleto oficial llevaba la recomendación de sustituir la palabra ´Navidad´ por la de ´Fiesta´.
Ha sido desautorizada, pero ha quedado constancia pública de la descarada cristiano fobia de ella y su banda.
Esta es la gente que cobra sueldo y dietas por defender la cultura europea y los valores fundacionales sobre los que se sustenta la idea de una Europa unida.
Supongo que la señora Dalli creerá que el nombre de Carlomagno no es más que una marca de coñac, y Poitiers una firma comercial de potitos para bebés; cosa que conociendo el ´prodigioso´ nivel cultural y académico de esta tropa, tampoco debería ser causa de sorpresa ni escándalo.
O a lo peor, simplemente se trata de dar rienda suelta a ese tic compulsivo que tiene la izquierda de reescribir la Historia a su antojo.
A la marcha que vamos llegará un momento en el que felicitar la Navidad sea considerado como ´apología del cristianismo´, con penas de multa y cárcel… Provéanles de más poder y tiempo y verán hasta dónde son capaces de llegar.