¿Alguien sabe a ciencia cierta qué pastizal adorna las cuentas corrientes de Baltasar Garzón y José Luis Rodríguez Zapatero?
Es, como diría un clásico, la pregunta del millón.
Y este 5 de diciembre de 2021 se formula la misma Federico Jiménez Losantos en Libertad Digital, con el claro convencimiento de que no tiene las cantidades reales, pero sí sabe que ambas tienen muchos ceros a la derecha:
Nadie sabe cuánto dinero tiene Garzón. La última minuta que se conoce de su despacho Ilocad (Ilocalizable, le llaman con sorna en la Agencia Tributaria) la proporcionó a la policía el ‘Pollo Carvajal’ y ascendía a casi nueve millones de euros, para «las relaciones con la fiscalía y otras instituciones». Una labor técnicamente asegurada y sin esfuerzo, porque Garzón cohabita con Dolores Delgado, Fiscal General del Estado y ex-ministra de Justicia del Gobierno social-comunista de Pedro Sánchez.
Por su presunta relación íntima y paralela con Cristina Kirchner, es posible que la fortuna de Garzón duerma el sueño del Trinque Universal en la misma bodega del mismo banco que la de los Kirchner, cuyo mecanismo de cobro de comisiones a las empresas argentinas desde hace décadas acaba de ser sobreseído por dos jueces ad hoc, del mismo género de Garzón.
Asegura Losantos que la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a La Moncloa fue una bomba de oxígeno para el entonces magistrado:
Con la llegada de Zapatero al poder, migró al orbe comunista a través de las ONG supuestamente defensoras de los Derechos Humanos, su refugio habitual tras la caída del Muro en 1989 y mientras fraguaba el Foro de Sao Paulo, la nueva Komintern, luego ampliado al Grupo -más bien Banda– de Puebla, al que pertenecen, Garzón aparte, Zapatero e Irene Montero, desde la época en que era emperatriz de Podemos como pareja de Pablo Iglesias.
Con ZP sucede tres cuartos de lo mismo, su fortuna es un tema tabú e ignoto para los españoles, pero tiene el convencimiento de que no tiene que acudir a diario a las colas del hambre, valga la ironía:
Como pasa con Garzón, nadie sabe cuánto dinero tiene Zapatero. Pero hay un dato reciente: la visita a España en 2020 de Delcy Rodríguez, que dejó a su paso cuarenta maletas seguramente con oro y dólares, y un gran escándalo, estaba organizada por Zapatero. Y la embajada española en Caracas, con el socialista Raúl Morodo al frente, fue durante los años de su presidencia una sede de corrupción sistémica, por la que está siendo juzgada toda la familia.
Y sentencia que la senda abierta por Garzón y Zapatero se ha copiado milimétricamente por quienes tienen ahora el mando de España:
Lo que vivimos ahora en España es la continuidad de aquella abyecta aventura de Garzón y de la política guerracivilista del Gobierno Zapatero, mientras estos dos pájaros se han convertido en los embajadores del narco y los grandes abogados del comunismo, disfrazado de indigenismo y loas al Planeta y a los Derechos Humanos. Los que tanto respetan los comunistas.