El conflicto de Ucrania nos muestra a una Europa carente de liderazgo y a Sánchez que ha sido de nuevo ninguneado por EEUU. España no tiene enemigos, pero ha conseguido ser dejada de lado hasta por países amigos. Tampoco ha tenido mucha más suerte Macron que ha propuesto mantener el diálogo con Moscú basado en el “formato Normandia”. En este contexto de confrontación tenemos la vuelta a la escena política de dos enemigos íntimos, Estados Unidos y Rusia. En lo que atañe a China se ha alineado con Rusia, mientras que Biden y la Unión Europea van de la mano contra los rusos. Y es que no hay seguridad en Europa si tampoco la hay en Ucrania.
Dicen que un país nunca es lo suficientemente cuidadoso eligiendo a sus enemigos. Y es cierto. No siempre se puede escoger a tus adversarios, a veces comparten hasta cercanía geográfica. Si nuestros enemigos históricos fueron durante mucho tiempo Inglaterra y Francia, con los que hemos mantenido una relación de amor odio, la lista negra de enemigos declarados de Rusia son además las mismas exrepúblicas soviéticas, Ucrania, Estonia, Letonia y Lituania. En otra categoria están los países vecinos del oeste y suroeste de Moscú que solo son enemigos potenciales. La Unión Europea también está en el ranking, sin olvidarnos de la enemistad perpetua con Polonia.
Por otra parte, siempre me ha sorprendido una frase atribuida a Otto von Bismarck que dice: “España es el país más fuerte del mundo, lleva siglos intentando destruirse a sí mismo y todavía no lo ha conseguido”. ¡Cuánta verdad histórica! También los más duros y molestos adversarios estaban dentro del mundo soviético. A finales de 1991 la URRS dinamitó su imperio, de la noche a la mañana, y perdió la Guerra Fría. Del esplendor se pasó al ocaso y decadencia, a la expansión de la OTAN por la Europa del Este, la zona considerada de influencia por Moscú. La actual crisis de Ucrania es el primer enfrentamiento de Rusia con Occidente después de la Guerra Fría.
¿Qué está pasando entre Rusia y Ucrania? Putin ha afirmado que no quiere invadir, pero que habrá guerra si Ucrania entra en la OTAN. Todos se preparan para la guerra, aunque en Rusia y Ucrania casi nadie lo cree. ¿Pulso a la OTAN? “La OTAN es parte del pasado, fue creada durante la Guerra Fría y todavía tiene características de aquella época ya pasada”, afirmó en una entrevista el embajador de Rusia en España, Yuri Korchagin. También expresó que ya no existen diferencias ideológicas, tampoco una doctrina de destrucción mutua garantizada. Y que “ahora Rusia es un Estado democrático que juega con las mismas reglas y que es inaceptable que la infraestructura militar de la OTAN se acerque a nuestras fronteras”.
La venganza es un plato que se sirve frío. Rusia ha esperado el momento perfecto para ejecutarla, con la paciencia de una araña que teje su tela. Lo cierto es que Estados Unidos y sus aliados de Occidente dejaron de tratar a Rusia como a una potencia mundial. A decir verdad, Putin ha manifestado recientemente: «EE.UU. no quiere aliados, sino vasallos»… ¿Y si desplegáramos misiles en la frontera de Estados Unidos y México? ¿Cómo se sentiría Biden? También es interesante recordar que Rusia junto Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán son los países de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). Todos ellos aliados de Rusia en tablero de alianzas mundiales.
En las redes sociales de la cuenta oficial de la Embajada en España, proporcionan información sobre las últimas noticias del conflicto que se vive en la frontera ruso-ucraniana. Sostienen, por ejemplo, haber averiguado la táctica y estrategia del enemigo. En resumen, lo que vienen a decir es que primero se pasa por crear una imagen de crisis inexistente, a través «de la prensa sumisa» para convencer a la opinión pública, luego designar la supuesta causa y agresor, asustarse del bulo creado, consolidar aliados para rechazar al agresor, amenazar con sanciones faraónicas y desescalar, para volver de nuevo al punto de partida y ofrecer «diálogo para la negociación».
Pues bien ¿cómo llegar a un punto de equilibrio y resolver el conflicto? Si el arte de la guerra se basa en el engaño, la solución no puede ser otra que llegar a un pacto. Pero la partida de ajedrez continúa hasta que uno de los países aplique el jaque mate, abandone el juego o se declare tablas. Mientras tanto, EEUU se despliega en la Europa del Este y los ejércitos se miran frente a frente en medio de la “histeria”. ¿Negociar con el enemigo? Quién sabe si es una oportunidad para mejorar y articular alianzas más efectivas y beneficiosas para todos. Sea cual sea el resultado del conflicto, me quedo con una cita de Oscar Wilde: “Perdona siempre a tus enemigos: nada les molestará más”.
