Si voy por la calle afirmando y repitiendo que soy un hombre, llegará un momento en que, ante mi obsesivo interés por manifestar lo normal, la gente empezará a pensar que no debo de estar muy seguro de mi masculinidad, cuando la pregono tanto.
Y esto viene a cuento de que en democracia lo que no debe hacer el candidato de un partido nacional es pasarse toda una campaña cacareando “NOSOTROS LOS DEMÓCRATAS”, apropiándose del término, como si los candidatos del resto de los partidos políticos, a excepción de comunistas y chavistas, no lo fueran.
Me estoy refiriendo a cuando Pedro Sánchez empleó en su primera y fallida campaña electoral como candidato del PSOE, ´la muletilla´ “NOSOTROS LOS DEMÓCRATAS”, hasta el empacho. Posteriormente, en la última campaña electoral, cambio ya ´la monserga´ “NOSOTROS LOS DEMÓCRATAS”, por “NOSOTROS LOS PROGRESISTAS”. ´Progresista´, término este más ambiguo, maleable y personalizable, que el de ´demócrata´. Tonto no es.
Y es que la palabra ´progresista´, a diferencia del término ´demócrata´, es ambigua y relativa. Así, desde que Pedro Sánchez llegó al poder, los españoles hemos alcanzado EL MAYOR ÍNDICE DE MISERIA DE LA UNIÓN EUROPEA; en eso ha conseguido Sánchez que seamos líderes. Pero en honor a la verdad, también es cierto que Pedro Sánchez, familia y amigos, han progresado a base de bien, por lo que ahora podemos entender a qué se refería cuando pregonaba, y aún pregona, “NOSOTROS LOS PROGRESISTAS”. ¡Vaya jeta!
Supongo que pasar de un ´apartamentito´ en Mojácar , a volar con su ´pandilla´, en falcón o helicóptero, a palacios como el de La Mareta en Canarias, o Las Marismillas en Doñana, a pasar las vacaciones ´gratis total´, barra libre y pensión completa, se puede llamar ´progresismo´; el de él y ´la peña´, claro.
En cuanto a la cantinela “NOSOTROS LOS DEMÓCRATAS”, tras pocos años como presidente del gobierno de España, ha conseguido un logro histórico: ser el mandatario que más decretos ley al mes, ha publicado en la Historia de la Democracia Española y que, amén de otros ´méritos´ chulísimos (de chulo) como el de aquella famosa entrevista en RNE donde el entrevistado, Pedro Sánchez, se convirtió en entrevistador al preguntar él mismo al periodista «¿La Fiscalía de quién depende? ¿De quién depende?». A lo que el periodista con voz asustada respondió: – «del Gobierno», a lo que Sánchez remató con un orgulloso – «Pues ya está»-.
O como pasarse los derechos constitucionales de los españoles ´por el forro de los c…´ según dos sentencias condenatorias del Tribunal Constitucional sobre la ´inconstitucionalidad´ de los Estados de Alarma.
O como ´burlarse´ del Consejo de Transparencia, después de que periódico nacional desvelará cómo Pedro Sánchez llevaba a su grupo de amigos de veraneo a los palacios del Estado, y el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno le requiriese dos veces para que facilitase el número de acompañantes privados y el periodo durante el que disfrutaron del Palacio de las Marismillas, en Doñana, a lo largo del verano de 2019, y la respuesta de Moncloa de Sánchez, a este último requerimiento, fue que Pedro Sánchez estuvo de vacaciones en Las Marismillas, entre el 9 y el 21 de agosto de 2019, pero que Moncloa «no sabe» si acogió o no a los amigos con los que jugaba al baloncesto de joven —y sus mujeres e hijos—.
Todo ello, y bastante más, ha llevado a que nuestra nación sea hoy considerada internacionalmente como ´una democracia defectuosa´, tal y como ha publicado recientemente el prestigioso medio ‘The Economist’: SÁNCHEZ HA CONVERTIDO ESPAÑA EN «UNA DEMOCRACIA DEFECTUOSA»…
Pedro Sánchez, el de “NOSOTROS LOS DEMÓCRATAS”.