El doctor en química, ´versus´ Jesulín de Ubrique

El auténtico milagro

La pregunta ahora sería, ¿puede surgir algo de la nada? Obviamente no, y mucho menos algo con un diseño inteligente. ¿Entonces…?

El auténtico milagro

Nos puede parecer un milagro, y lo es, ver cómo el cristianismo ha sobrevivido en Rumanía, a 70 años de descristianización, martirio y persecución policial, por parte de la férrea dictadura comunista de la extinta URSS.

Baste para comprobarlo el ver y oír  “VEN A LA CRUZ”, y “RESUCITADO”, dos temas cristianos interpretados por el actual CORO Y ORQUESTA NACIONAL DE RUMANIA…

´La pública´, como dirían los cursis locutores ´sanchistas´ de Tve1.

“RESUCITADO” [“Înviat”]:

 

Las medias verdades del ´Evolucionismo´.

Estaba viendo un documental en el que salía una sanguijuela, y el presentador, (asquerosillo el tipo) la tomaba en sus manos y dejaba que le mordiera mientras explicaba que la sanguijuela, al morder, inyecta una sustancia anticoagulante en la herida de la víctima, que le permite “mamar”, cuál administrador de chiringuito progre, hasta el empacho.

La pregunta ahora sería, ¿cómo sabe la sanguijuela fabricar anticoagulante? Pues de la misma manera que un ser humano analfabeto y sin ningún conocimiento de química, sabe fabricar ácido clorhídrico.

El doctor en química, ´versus´ Jesulín de Ubrique.

Imaginemos en un laboratorio, a un laureado doctor en química y a Jesulín de Ubrique. El primero será capaz de fabricar ácido clorhídrico, mientras que el segundo será “in capaz” de hacerlo. Sin embargo, sus estómagos sí que serán capaces de crearlo –inconscientemente- como parte básica de sus jugos gástricos, incluso pudiéndose  dar el caso que el ácido fabricado por Jesulín sea de mayor pureza que el del doctor en química.

¿Quiere decir esto que la mente inconsciente es más inteligente que la mente consciente o racional? La respuesta es no.

El cuerpo humano no piensa por sí solo, no razona, sino que está programado para actuar automáticamente. El cuerpo humano no es inteligente, sino que actúa en base a automatismos programados inteligentemente. Por ejemplo, un ordenador puede parecer inteligente, sin embargo no lo es, ya que actúa en base al programa diseñado por su creador, y no puede salirse de ahí.

El diseño inteligente.

Pues eso. El cuerpo no es inteligente “per sé”. Inteligente es quién diseñó el programa que permite al ser humano fabricar ácido clorhídrico y a la sanguijuela anticoagulante. Y dada la complejidad del programa que, por ejemplo, impide que podamos suicidarnos conteniendo la respiración, no cabe hablar de un diseñador simplemente inteligente, sino de un fuera de serie; ´divino´, como dicen los cursis, aunque en esta ocasión, acierten.

La evolución y el funcionamiento de todos los seres vivos de la Naturaleza, obedece a un diseño tan inteligente que no puede ser fruto de la casualidad. El Evolucionismo no se contradice con el Creacionismo. De hecho puede existir Creacionismo sin Evolucionismo, pero no evolucionismo inteligente sin un diseño inteligente previo; es decir, sin creacionismo previo.

Toda la Naturaleza actúa en base a automatismos causa-efecto. El hombre lo único que hace es observar y aprovecharse de lo existente; incluso mejorarlo para adaptarlo a sus necesidades particulares, pero siempre partiendo de un diseño cuya ´propiedad intelectual´ nunca le ha pertenecido, por mucho que registre su patente.

La doctora berenjena.

Los extractos de la berenjena se utilizan para el tratamiento de la hiperactividad, los resfriados, la tos, las espinillas y la lepra. ¿Quiere decir ello que la berenjena es inteligente? No. El hombre, utilizando su inteligencia racional, descubre mediante la observación, las propiedades de la berenjena y se aprovecha de ellas; sin embargo, el hombre no dijo un día: “Voy a crear una planta cuyo fruto sirva para tratar la hiperactividad, los resfriados, la tos, las espinillas y la lepra. No. El hombre simplemente utilizó algo previamente diseñado y creado por una inteligencia ´no humana´.

En la Naturaleza todo encaja al milímetro y todo tiene su sentido, aunque no lleguemos a conocer y comprender ni el diez por cien de ella. Vamos de listos y alteramos su equilibrio, esquilmando todo lo que encontramos a nuestro paso. Pero la Naturaleza no es un ente, ni un ser, sino un programa inteligente repleto de automatismos que gira sobre sí mismo y se retroalimenta; y  -llegado el caso-  se defiende.

Sí se mantienen y respetan las Leyes de la Naturaleza, esta se asemejaría a la quimérica máquina del movimiento perpetuo, esa que Leonardo da Vinci demostró que el ser humano jamás sería capaz de crear.

De la nada no puede evolucionar nada.

Sin embargo hay quien piensa y defiende que ese sistema inteligente, perfecto y sofisticado que llamamos Naturaleza es fruto de la casualidad y la evolución a través de millones de años, olvidando que sin causa no hay efecto, y que nada surge de nada.

Si la Naturaleza no tuviera desde un principio un diseño inteligente, en lugar del orden existente, lo que existiría es el caos; el mismo caos que se produce allí en donde el hombre altera artificialmente las leyes no escritas que rigen nuestro planeta.

El Universo y todo lo que en él existe, no es eterno, ni siempre ha estado ahí. Según los últimos datos aportados por la Ciencia, éste tuvo su principio, surgiendo de la nada y con un diseño inteligente, hace ahora entre 13.761 y 13.835 millones de años; y no estático, sino en continuo crecimiento y evolución, desde el primer momento.

La pregunta ahora sería, ¿puede surgir algo de la nada? Obviamente no, y mucho menos algo con un diseño inteligente. ¿Entonces…?

El auténtico milagro.

Se utiliza de una manera recurrente la historia de las diferentes religiones y sus surtidas salvajadas, para intentar demostrar que Dios no existe, cuando lo bien cierto es que es justo lo contrario.

El auténtico milagro es que en el Mundo seamos mayoría los que creemos en la existencia de un Dios Padre de Amor y Justicia, no gracias a las religiones, , sino a pesar de ellas y su no siempre ejemplarizante Historia.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Antonio Gil-Terrón Puchades

Antonio Gil-Terrón Puchades (Valencia 1954), poeta, articulista, y ensayista. En la década de los 90 fue columnista de opinión del diario LEVANTE, el periódico LAS PROVINCIAS, y crítico literario de la revista NIGHT. En 1994 le fue concedido el 1º Premio Nacional de Prensa Escrita “Círculo Ahumada”. Ha sido presidente durante más de diez años de la emisora “Inter Valencia Radio 97.7 FM”, y del grupo multimedia de la revista Economía 3. Tiene publicados ocho libros, y ha colaborado en seis. Actualmente escribe en Periodista Digital.

Lo más leído