Lo espeluznante no es el nivel de depravación existente en el texto de la novela atribuida al Marqués de Sade, “LA FILOSOFÍA EN EL TOCADOR”, publicada en 1795; no. Lo escalofriante es la ´normalización y blanqueo´ que de dicho texto se hace hoy en día, a la luz de la Agenda 2030 y su nueva tabla de valores y principios, propiciados desde la ONU y sus tentáculos.
Y no es que no comparta alguno de los ´demagógicos´ principios que recoge, ¿cómo no compartirlos?, la cuestión es que no se los creen ni ellos; pero qué más da.
La cuestión no es lo que predican en la Agenda 2030, sino lo que callan; lo que silencian. En ella ´todo vale´, siempre que esté hecho con perspectiva de género, y sea inclusivo, verde, sostenible, digital y con ´empoderamiento´. Pero sobre todo que vaya en contra de la civilización judeocristiana y su moral.
“LA FILOSOFÍA EN EL TOCADOR”.
Por hacerlo corto: Cuando leemos, a la luz de la ´nueva moral´, que en “LA FILOSOFÍA EN EL TOCADOR”, se relatan una serie de PRÁCTICAS CONSIDERADAS INMORALES EN LA ÉPOCA EN QUE FUE ESCRITA, tales como blasfemia, coprofilia, fornicación, sodomía, incesto, tortura, pederastia, aborto, y eutanasia, contemplamos horrorizados como hoy en día ya no son actos anormales, sino ´alternativos´, blanqueados algunos de ellos hasta el punto de montarse ´talleres´ de prácticas, financiados con subvenciones públicas, no solo municipales, autonómicas y nacionales, sino también supranacionales.
DEL MARQUÉS DE SADE, AL MARQUÉS DE GALAPAGAR.
Será también en nuestro tiempo cuando la otra obra del Marqués de Sade, “JUSTINE O LOS INFORTUNIOS DE LA VIRTUD”, alcance su plenitud de la mano de otro marqués, EL MARQUÉS DE GALAPAGAR, cuando éste, no hace muchos años, escribió sobre una periodista: “LA AZOTARÍA HASTA QUE SANGRE”. Psicópatas siempre ha habido, pero lo que ya no es tan normal es que lleguen a ser vicepresidentes del gobierno, en pleno siglo XXI.
LOS VERDADEROS ARTÍFICES DE LA NUEVA MORAL.
Al final, quienes gobiernan en la Unión Europea, y en el mundo, vía ONU, no son los países que integran dichas organizaciones, sino la casta de funcionarios que hay detrás moviendo los hilos. Unos funcionarios que sin nunca haber sido legitimados por las urnas, pero desde la autoridad que les confiere el mandil, son los que realmente configuran, validan y dictan, las normas de avenencia del Nuevo Orden Mundial, como preludio indispensable antes de su definitivo advenimiento.