Sánchez desvaría

El desvarío de Sánchez muriendo políticamente

“Si el político, el líder, no tiene palabra – necesario requisito para evitar los errores – está poniendo el fin por encima de los medios”

El desvarío de Sánchez muriendo políticamente

En el libro de Amazon, ¿POR QUÉ…? La milenaria realidad del ser humano, la doctora Agnes Z. Murray, retrata a Pedro Sánchez: “Si el político, el líder, no tiene palabra – necesario requisito para evitar los errores – está poniendo el fin por encima de los medios”

Pedro Sánchez nació al gobierno de la mano de un mediocre e ineficaz político como Rajoy, pieza clave para la aparición de Vox, la disipación del PP y el fraccionamiento de la derecha para no conseguir el poder. Ese ha sido el tormentoso legado del registrador de la propiedad al Partido Popular y el regalo más que compensado al Partido Socialista.

Consumada la dádiva popular, Sánchez, muy ágil e intuitivo, comienza su andadura política prometiendo lo que luego no va a cumplir, para, a continuación, aprovechando la subida del partido de Abascal, confundir nostálgicamente al personal con el latiguillo punzante de la extrema derecha, persiguiendo la equiparación de Voz con el PP, ayudado “in misericorde” por un Casado muy llorón y que solo exhibía sus ansias por llegar a la Moncloa.

Así las cosas, ahora, Sánchez, no ha calculado ni el error gravísimo de romper con Argelia, desatino del que Italia va a beneficiarse, para congratularse con unos Estados Unidos que ampara desde Trump los acuerdos de normalización entre Israel y cuatro Estados árabes: Emiratos Árabes Unidos, Baréin , Sudán y Marruecos (Acuerdos de Abraham), ni que el PP resurge con un político avezado y de comunicación seria y creíble que será el centro de la derecha aglutinando a un CS que se extingue y a un Vox que moderará su discurso para alcanzar poder.

Sánchez desvaría si cree que los Estados Unidos va atender la política española antes que la marroquí. Quizá olvida que la marcha verde de 1975 – invasión marroquí de la provincia española del Sahara – fue impulsada y dirigida por los Estados Unidos, en una agresión brutal y en un acto de pillaje del déspota Hasán II, para beneficiarse no solo del rico fosfato de Bucraa, del hierro y del zicornio sino también del control del áfrica del Norte.

Su última carta de Yolanda Díaz, solo servirá para confundir aún más a una izquierda quejosa que languidece al compás de la muerte política de su otrora líder.

Antonio Sánchez-Cervera

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