Más claro, agua.
Federico Jiménez Losantos arranca este 11 de mayo de 2022 con una tribuna en El Mundo en el que deja bien a las claras que el 19-J en Andalucía el Gobierno que saldrá de las urnas estará comandado por el PP de Juanma Moreno Bonilla, pero con el concurso imprescindible de VOX y su lideresa, Macarena Olona.
Una de las pocas cuestiones que está clara es que el actual vicepresidente de la Junta, Juan Marín (Ciudadanos), se queda relegado a un mero papel de náufrago. Entiende que la demoscopia ya le ha sentenciado desde hace varias semanas y hasta se duda de que pueda sacar siquiera un triste escaño al que aferrarse como tabla de salvación:
Las encuestas para las elecciones andaluzas empiezan a arrojar resultados halagüeños para los partidos de derecha, PP y VOX, porque Juan Marín, cuyo programa máximo es impedir que VOX entre en el Gobierno y su programa mínimo, también, sigue en hábito de náufrago como en el cruel reportaje de El Mundo, y camino de ahogarse en las urnas de junio. La Feria de Abril ha brindado infinitas imágenes de paseo, bureo y roneo, aunque hasta ahora nadie ha superado la de Macarena Olona al lado de Morante en La Maestranza, que al otro día le hizo un faenón a un toro ferocísimo.
Pero como lo que se lleva en política es el relato, y el cuento de la lechera, en los medios se repite una fórmula a mayor gloria y gusto de Moreno Bonilla: que podrá gobernar cómodamente a lo Ayuso, es decir, tras quedarse al borde de la mayoría absoluta y contando con que VOX lo acepte. Debo desengañar a los encuestistas cuentistas, que en las elecciones de Castilla y León dieron un recital de resbalones y tortazos.
Se empeñaron en que Mañueco estaba a un escaño o dos de la mayoría absoluta, y que VOX sacaría, como mucho, cinco o seis. En la última semana de campaña, la factoría del éxito empezó a vendernos pánico: la Izquierda estaba a punto de ganar las elecciones porque el PP no subía, el PSOE de Tudankamon salía de la tumba y VOX, para qué contar. Pero se repetía que Mañueco gobernaría a lo Ayuso, en solitario, y con el apoyo gratis de VOX, costalero de su Gólgota. Las urnas hablaron, los demóscopos fracasaron y el PP formó gobierno con VOX. El extinto Casado quiso extinguir el partido repitiendo elecciones y lo extinguieron. Salió el gobierno que quería VOX. Clavado.
Losantos asegura que ahora la estrategia de los de Santiago Abascal ya no solo consiste en desalojar o impedir que la izquierda llegue al poder, sino también formar parte de los diferentes gobiernos:
En Andalucía, los agradaores demoscópicos repiten al oído de Moreno que él también podrá gobernar a lo Ayuso. No acaban de entender que a lo Ayuso sólo puede gobernar Ayuso, que casi llegó a la mayoría absoluta y en unas elecciones a cara de perro como aquellas. No fue sólo porque sacara más escaños y votos que todas las izquierdas, sino porque entonces esa era la estrategia de VOX. La actual es entrar en todos los gobiernos, incluyendo el andaluz. Y si el PP se niega a contar con ellos, por respeto a sus votantes, votarán no. O sea, que salvo improbable desastre de Olona, que no se ve, y mayoría casi absoluta del PP, que necesitaría ese desastre, Moreno gobernará a lo Mañueco. Y gracias.