¿La foto de la vergüenza? ¿Cuál de ellas?

¿La foto de la vergüenza? ¿Cuál de ellas?

La ministra Calviño rehusó posar para una foto con los empresarios por ser la única mujer. Un brindis al sol que únicamente trataba de eclipsar la agonía que atraviesan nuestras empresas, el principal motor económico de nuestro país.

No soy una de esas personas que considera que, si se está pendiente de algo, por consiguiente, no se puede estar pendiente de otras cosas. Es decir, no soy una persona excluyente, al menos desde el punto de vista de aquellos que, ante situaciones como esta, recurren al clásico “el mucho abarca, poco aprieta”. Pero sí debo decir que, pese a lo comentado, sí soy una persona excluyente cuando los asuntos relevantes en la agenda pública o, mejor dicho, en la agenda política, se ven desplazados por cortinas de humo.

Con la llegada de la pandemia, muchos fueron los expertos que, en la línea de los que recurren al dicho, establecían una dicotomía a la hora de aplicar medidas para contener el COVID. Concretamente, se estableció una dicotomía entre economía y sanidad, la cual dividió a una población que, en el caso de los defensores de la salud, promovía el cierre de toda actividad económica para contener la incidencia del virus, a la vez que, en el caso de los defensores de la economía, promovía la apertura de los comercios para evitar la quiebra de numerosas pymes en el país.

Como decía al inicio, una absurdez desde el punto de vista ético y científico. Establecer una dicotomía entre economía y salud, cuando ambas no son excluyentes, es una decisión errónea. Como sabemos, se puede tener salud, pero sin economía, en el largo plazo, no podríamos hacer una vida normal. Y de la misma manera, podemos tener economía, pero sin la salud y sin sanidad, la economía no sirve para mucho; pues basta decir que sin salud no habría vida y, por tanto, tampoco economía. Por lo que, como vemos, existen numerosas razones de peso que injustifican semejante dicotomía.

Sin embargo, esto que comento no ocurre cuando de lo que hablamos es de “postureo electoral” y, en este caso, la economía de un país. Pues la política contempla los brindis al sol y este postureo al que hacemos mención, y los contempla para todos los partidos, independientemente del color que sean, pero cuando se trata de una economía que presenta la mayor tasa de paro juvenil y la mayor tasa de paro general; cuando se trata de una economía que presenta uno de los mayores niveles de déficit y deuda del conjunto de países que integran el bloque económico; o cuando se trata de una economía que, como muestran los datos, es la más dañada por los efectos derivados del COVID del conjunto de economías europeas, ese postureo y esos brindis son, incluso, insultantes.

Esto es lo que pudimos ver la semana pasada en el primer Fórum sobre Liderazgo Empresarial y Directivo, el Madrid Leaders Forum, celebrado en Madrid. En este, y como muestran numerosos titulares, la vicepresidenta primera y, a su vez, ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Gobierno de España rehusó posar para una foto institucional por el hecho de que, en esta, no había ninguna mujer, excepto ella. En un fórum en el que pretendía abordarse la situación que atraviesan las empresas españolas, y en el que se encontraba la patronal de empresarios, la ministra cumplía su promesa, aprovechando el encuentro para recordar que hará lo mismo si la invitan a un debate en el que, como en la foto, ella sea la única mujer.

Desde un punto de vista moral, ético y justo, hablamos de una acción que no solo debemos celebrar, sino que debería aplaudirse desde la sociedad civil por lo que ello representa. Ahora bien, cuando analizamos el contexto y vemos a un sinfín de empresas asfixiadas por no contar con liquidez suficiente como para soportar su actividad y sus obligaciones; cuando vemos a más de 200.000 empresas que han tenido que echar el cierre por la situación que atraviesa el país y, como avisó la misma patronal, más de 100.000 están al borde de hacerlo en los próximos meses; o cuando vemos que, pese a todo lo anterior, el Gobierno sigue sin prestar ayuda suficiente al tejido empresarial nacional, este tipo de acciones, como diría aquel, sobran para mi.

En un escenario en el que las empresas se debaten entre la vida y la muerte, sabiendo que, además, estas empresas son el motor de la recuperación y, en su mayoría, son pymes con escasos recursos y capacidades, y justo en la celebración de un fórum que tiene como fin acercar esta realidad a SU MINISTRA, la responsable de las políticas que a estos afectan, me parece un auténtico insulto desviar la atención con semejante brindis al sol, el cual no solo trataba de eclipsar una realidad más que soportada por datos e indicadores, sino que, de paso, tachaba de machistas a empresarios y emprendedores que, con su sudor, pagan los impuestos que mantienen vivo a este país.

Por esta razón, digo que no soy excluyente, pero que en este caso pretendo hacer, y más que nunca, una excepción. Pues debe ser avergonzante que un Gobierno progresista pose para una foto en la que únicamente hay hombres y una sola mujer, pero lo avergonzante debería ser un final de fiesta en el que, como muestran los titulares, la foto, se antepuso la campaña electoral a los intereses de unos empresarios que, como hemos resaltado a lo largo de este artículo, son el motor económico que precisa este país para salir del atolladero en el que nos ha metido, a lo largo de estos años, esta clase política.

SUPERCHOLLOS

DESCUENTOS SUPERIORES AL 60%

Una agrupación de miles de ofertas increibles. Nuestro catalogador automático
te facilita el encontrar las mejores oportunidades de una amplia selección de tiendas online

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído