FALCONONETTI EN SU SALSA

Sodoma, Gomorra, y Davos

Sodoma, Gomorra, y Davos

Durante unos días, el resort de Davos, en Suiza, sede del Foro Económico Mundial de Davos, se transforma en un carrusel de cenas exclusivas, fiestas salvajes, y lujo despendolado, en una bacanal del networking de a ver quién ´mea más largo´. Cada año suelen aterrizar más de 1.000 ´pájaros´, cada uno con su  jet privado, o helicóptero.

Algunas de las fiestas anuales más cotizadas, según un reportaje de The Telegraph , son las que organizan el financiero británico Nat Rothschild, JP Morgan, o Thomson Reuters.

Según The Telegraph, en una de estas reuniones anuales, Hub Culture dio ´el campanazo´  con su ´La Casa de Hielo, guarnecida con manjares y ´delicatesen´ preparados por una selección de de chefs del divo francés Alain Ducasse, (22 estrellas Michelin).

Y entre tanta fantasía y exhibicionismo, nuestro particular Supermán, como pez en el agua, y el culo hecho gaseosa,  contando el cuento de ´Falconetti en el País de las Maravillas´, cual feriante de tómbola; con más verborrea que papeles, para variar; cosa que con una audiencia probablemente ´mamada y borracha´, tampoco es que importara mucho.  ¡Grazie, Antonio!

Pero nada nuevo bajo el Sol. Hace ahora 28 años publiqué en la página cinco del periódico LAS PROVINCIAS, el artículo “FONDO MARISQUERO INTERNACIONAL”, y que hoy rescato de la hemeroteca, con la advertencia que cuando lo lean, si tienen paciencia para ello, recuerden que fue escrito antes del euro, por lo que las cantidades reflejadas están en pesetas, cuando el salario mínimo interprofesional en España era de 60.570 pts. [364,03€].

En aquellos momentos el Presidente del Gobierno Español era el socialista Felipe González, que llevaba en el cargo 14 años ininterrumpidos. Fue la época conocida como la de la «beautiful people», una época donde uno de sus ministros, Carlos Solchaga, pregonaba a los cuatro vientos: «España es el país del mundo donde más rápido se puede hacer uno rico». ¡Y vaya que se hicieron!

Recordemos los casos Filesa, Malesa, Time-Export, Ibercorp, Ave, Gal, Luis Roldán, Juan Guerra, etc.

Pasemos pues a la lectura del mencionado artículo:

FONDO MARISQUERO INTERNACIONAL (FMI), por Antonio Gil-terrón Puchades; julio de 1994.

Uno, conducía preocupado por la infernal N-III, camino de la capital de España, mientras oía por la radio las primeras declaraciones realizadas en el acto inaugural de la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI). En dichas declaraciones se había abogado por una reducción drástica de las prestaciones sociales junto con una mayor flexibilización de las plantillas. Dicho de otro modo:

  • 1) Reducción del subsidio de paro.
  • 2) Recorte de las pensiones.
  • 3) Despido libre, gratuito e inmediato.

Y uno, meditaba sobre lo duro que debía de ser el tener que efectuar ese tipo de declaraciones, al tiempo que esperaba ver un Madrid triste, repleto de rostros preocupados y compungidos. Un Madrid austero y silencioso, tan oscuro como las negras declaraciones que se habían vertido de buena mañana. Sin embargo, éste es el panorama con el que me encontré:

  • 1) Atasco de representantes del FMI, repantigados en limusinas de alquiler (75.000 pts. diarias), en lo que parecía un concurso de haber quién la tenía más larga (la limusina, por supuesto).
  • 2) Atasco de representantes del FMI, por los pasillos de los hoteles de cinco estrellas GL.
  • 3) Aasco en los restaurantes de cinco tenedores.
  • 4) Atasco de representantes del FMI en las boutiques y joyerías de la calle Serrano y adyacentes.
  • 5) Atasco de botones de hotel, a la puerta de las farmacias de guardia, solicitando bicarbonato para disolver el atracón de cigalas y percebes de sus tragones huéspedes.

Para identificar a los del FMI, no hacía falta ser detective, ya que todos ellos lucían orgullosos un horroroso carné plastificado, colgado de una cadenita. Con ello comprenderán, que lo que les cuento no es ningún secreto, sino más bien un escándalo.

De todo este disparate, tan sólo quisiera dar un dato para la reflexión y formular dos preguntas, y no es porque el tema no dé para más, que lo que es dar, da, sino porque esto es un artículo periodístico y no una novela gótica. El dato para la reflexión -que algún moderno clasificará de populista- es el siguiente: «Los mismos señores que pedían una reducción de las pensiones, estaban gastando cada uno de ellos, por día, el triple de lo que cobra en un mes un jubilado». Los dos interrogantes serían estos:

  • – ¿Qué le ha costado al Estado Español – es decir, a todos nosotros – la fiestecita del FMI?
  • – ¿Qué hemos recibido a cambio?

Yo, un cabreo de tres pares de cojones, por todo lo antedicho, y porque además tengo la sospecha -más que razonable- de que se han comido todo el marisco del litoral español».

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Autor

Antonio Gil-Terrón Puchades

Antonio Gil-Terrón Puchades (Valencia 1954), poeta, articulista, y ensayista. En la década de los 90 fue columnista de opinión del diario LEVANTE, el periódico LAS PROVINCIAS, y crítico literario de la revista NIGHT. En 1994 le fue concedido el 1º Premio Nacional de Prensa Escrita “Círculo Ahumada”. Ha sido presidente durante más de diez años de la emisora “Inter Valencia Radio 97.7 FM”, y del grupo multimedia de la revista Economía 3. Tiene publicados ocho libros, y ha colaborado en seis. Actualmente escribe en Periodista Digital.

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