” ¿Cómo podemos esperar que prevalezca la justicia cuando casi no hay gente que se brinde individualmente en pos de una causa justa”, dijo Sophie. ”Un día tan hermoso, tan soleado, y debo irme”, continuó diciendo, “pero, ¿qué importa mi muerte, si a través nuestro, miles de personas despiertan y comienzan a actuar?”. Minutos después de pronunciar estas palabras, Sophie Scholl, una joven universitaria de 21 años, era guillotinada.
Les iba a hablar del movimiento de resistencia creado por la izquierda universitaria alemana, contra Hitler durante la época nazi, pero la verdad es que no he encontrado ni un solo caso. Sin embargo les voy a hablar de otra historia que vale la pena conocer, en la que un grupo de estudiantes se jugaron la cabeza y la perdieron, montando un grupo de resistencia ´antinazi´ en la Universidad de Múnich.
En 1943 fueron condenados a la pena capital, y ejecutados en la guillotina, los miembros de “La Rosa Blanca”, grupo clandestino cristiano alemán de resistencia, INTEGRADO POR JÓVENES UNIVERSITARIOS, MILITANTES CRISTIANOS DE MÚNICH.
Unidos por la Cruz, cristianos ortodoxos, protestantes, y católicos lucharon -codo con codo- para defender ante el nazismo la dignidad del hombre y el respeto a su libertad religiosa.
El movimiento de “La Rosa Blanca” fue fundado en junio de 1942 por Hans Scholl, un estudiante de medicina de 24 años de la Universidad de Múnich, su hermana de 21 años Sophie, y Christoph Probst, de 24 años. Adoptaron como nombre “La Rosa Blanca”, inspirándose en la flor que sostiene el icono de San Alejandro de Múnich.
Los miembros de la clandestina organización cristiana, distribuían panfletos contra el gobierno, al tiempo que realizaban “pintadas” y “grafitis” de protesta, en las paredes del campus universitario. Igual que ahora, pero con la diferencia de que esas tradicionales prácticas estudiantiles, en la Alemania nazi, se castigaban con la muerte en la horca o la guillotina. No era como para tomárselo a broma.
El 18 de febrero de 1943, los hermanos Hans y Sophie Scholl llegan a la universidad, un poco antes de la salida de las clases. Ya habían distribuido la mayoría de la propaganda en diversos lugares del campus, cuando Sophie decidió subir hasta lo alto de las escaleras del atrio principal y lanzar sobre los estudiantes los últimos panfletos que les quedaban. En ese momento fue vista por un conserje, que cerró las puertas del edificio y avisó a la policía. Ambos hermanos fueron arrestados por la Gestapo, y los otros miembros activos del grupo no tardaron en ser detenidos por la policía secreta. Cuatro días más tarde, Hans y Sophie Scholl, fueron decapitados junto con Christoph Probst.
Varios de los condenados ya habían sido arrestados, unos años antes de fundar “La Rosa Blanca”, por el grave delito de formar parte del ilegal “MOVIMIENTO CATÓLICO DE LAS JUVENTUDES ALEMANAS”, lo cual no fue impedimento para que siguieran con su labor de lucha clandestina.
Así, al poco tiempo de haber fundado “La Rosa Blanca”, sus miembros imprimieron y repartieron un folleto, en la Universidad de Múnich, en el que se leía: “Desde la conquista de Polonia 300.000 judíos han sido asesinados, un crimen contra la dignidad humana… Los alemanes alientan a los criminales fascistas cuando carecen de un sentimiento que clame a la vista de semejantes acciones. Es preferible el fin del terror, antes que un terror sin fin”.
Quien los juzgó y sentenció fue Roland Freisler, Presidente del Tribunal Popular de la Alemania Nazi, del que hablé hace unos días en otro artículo. El hecho de que fueran guillotinados y no ahorcados, fue una caprichosa decisión de Freisler, que disfrutaba viendo los rostros de los condenados cuando les leía la sentencia.
Pues eso; por repartir folletos y realizar pintadas, guillotina. Lo sabían y asumieron el riesgo, ante el cómplice y cobarde silencio de los miembros de la clásica progresía universitaria. Aquellos progres, precursores de los ´antifas´ de hoy en día, que tan solo con oír el nombre de Hitler, se meaban en los pantalones, o ensuciaban las bragas.
Esa misma progresía que se dedica en la España de hoy en día, a acosar a los estudiantes católicos que asisten pacíficamente a misa, en las capillas universitarias. Esos pijos progres que se dedican a zarandear a los sacerdotes, mientras las progres pijas se gozan en enseñar sus ubres, como si alguien tuviese algún interés en verlas.
* BIBLIOGRAFÍA:
– “LA ROSA BLANCA: LOS ESTUDIANTES QUE SE ALZARON CONTRA HITLER CON SU ÚNICA ARMA, LA PALABRA”, José M. García Pelegrín, Libros Libres, Madrid, 2006 – ISBN: 84-96088-46-4.
– “CON ARDIENTE INQUIETUD”, A. Gil-Terrón Puchades, Decápolis, Valencia, 2012 – ISBN: 978-84-616-1262-8.
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NOTA: En años posteriores, los Scholl han sido inmortalizados en el cine y en el teatro, siendo Lena Stolze, una actriz alemana, quien interpretó a Sophie Scholl en «La Rosa Blanca» y en «Los últimos cinco días» donde se narran los últimos cinco días entre Sophie y Elsa Gebel.
En febrero de 2005 una nueva película sobre la figura de Sophie Scholl salió a la luz; se trata de Sophie Scholl – Los últimos días, donde la actriz Julia Jentsch es quien interpreta a Sophie. Basada en entrevistas con supervivientes y transcripciones que permanecieron ocultas en los archivos de la RDA hasta 1990, fue nominada al Oscar a la mejor película extranjera en 2006.
Actualmente «La Rosa Blanca» es sinónimo de lucha por la libertad, y muchas calles, parques, avenidas y escuelas de Alemania llevan el nombre de los hermanos Scholl.
