Allá en el año 1979, el Sr. Sánchez Gordillo es elegido el Alcalde de Marinaleda, el cual ha permanecido hasta el día de hoy, renovando su cargo en las elecciones municipales de 2019. Pero ¿es el verdadero Sánchez el que se ha presentado a las elecciones? Lo sé, parece una pregunta disparatada, aunque nada más lejos de otra realidad, pues ningún vecino de Marinaleda sabe el paradero de este y tampoco lo ven deambular por el pueblo o en el propio consistorio.
Cuando se le pregunta a cualquier vecino todos relatan bajito, con voz sosegada y misteriosa, en nota bajo continuo, desconocer que le ha ocurrido al alcalde, pues hace mucho tiempo que no saben de él. ¿Un alcalde elegido que nadie lo ve? Sin lugar a dudas, tiene que tratarse de un caso de abducción alienígena, esa es la versión mas plausible, dado que en Marinaleda tampoco hay policía, y según los vecinos, tampoco quieren a la Guardia Civil. Seguramente quieren evitar a toda costa la aparición de lo hombres de negro, ya que todo esto tiene que haber sido urdido desde el propio área 51, y temen que acabe como el mismísimo Castro.
No hay otra explicación posible, pues cuando pasas por esa travesía de Marinaleda lo único que puedes observar son casas blancas con estilo calcáreo, un bar panadería donde algún ciudadano ya esta tomando su tercer cubata (cuba libre), a las 10:30 de la mañana, para después coger su vehículo o nave espacial ante la indiferencia de los otros clientes, y un ayuntamiento con tres banderas en insignia desconocida y tejido al estilo roído por ratones, seguido de dos maceteros con hierbas secas como las uvas
pasas, y signos de haber aterrizado un ovni.
Lo cierto, es que muchos vecinos longevos, desconocen quien gestiona el Ayuntamiento, y si realmente sigue el abducido Gordillo al frente o esta siendo utilizada su figura por algún otro alienígena, para continuar con su derecho de larga estancia y ejercer su incoherencia con sus vecinos, sobre todo con los que se hacen ciertas preguntas o se manifiestan, para ellos, si que solicita a la Guardia Civil.
Todo este encuentro termina, cuando algunos ciudadanos armados de valor momentáneo, sospechan que el abducido alcalde puede encontrarse en un cortijo, casi a las afueras de Marinaleda, junto a caminos de olivares, en la profundidad de un final bifurcado por otros caminos, sin ruido alguno por el entorno, a lo mas puro expediente X. Encontramos el cortijo, con la puerta principal abierta, una caseta de perro sin perro, un silencio estremecedor, y una sensación de “Area 51, Restricted Area”.
Decidimos por seguridad no entrar y dejar que profesionales como Iker Jiménez, resuelvan este misterioso enigma, donde un alcalde que nadie ve, sigue presentándose como candidato a las elecciones municipales y tras mas de 40 años “permaneciendo” en su cargo.
