TIEMPOS DE UN MORALISMO POMPOSO Y EMPACHOSO

David contra Goliat: La batalla final

SERMONEADO DESDE CIEN MIL SACRISTÍAS LAICAS E IMPUESTO A GOLPE DE LAPIDACIONES MEDIÁTICAS Y DIGITALES

David contra Goliat: La batalla final

Hay días en los que te sientes como un pequeño ´David´ frente a un ejército de ´Goliats´, pertrechados hasta los dientes con todas las armas que el dinero y el poder de la escuadra y el mandil pueden conceder.

Hay días que lo mandarías todo a paseo, pero miras hacia atrás y ves una muchedumbre que silenciosa te mira esperando que no caigas; y es entonces cuando te giras hacia los lados y ves que no estás solo en la desigual lucha, sino que junto a ti forma una línea que se pierde en el horizonte, de pequeños ´davids´ que se van alzando, desde los lugares más remotos, frente a ´La Bestia´.

Hace unos días leí un texto del escritor y jurista mexicano Adriano Erriguel, extraído de su obra  “PENSAR LO QUE MÁS LES DUELE”. Un texto que me ha demostrado que no estoy solo en la lucha, sino que cada día somos más los rebeldes que no nos hemos dejado embelesar e hipnotizar por el baile de ´La Bestia´…

Dice así nuestro hermano Adriano: «Vivimos en la época más piadosa, mojigata y santurrona de la historia. Aquellos que se lamentan de la débil fibra moral de nuestra época se equivocan. Nuestros tiempos son hipermorales, de un moralismo pomposo y empachoso, sermoneado desde cien mil sacristías laicas e impuesto a golpe de lapidaciones mediáticas y digitales. En esta era de bovina aquiescencia a todo lo que Imperio del Bien y sus doctores en Derechos Humanos tengan a bien prescribirnos, el recurso a la blasfemia se configura no ya como un peligroso desafío, sino como un imperativo ético. ¡Non serviam!, ésa es la eterna actitud de la parte maldita, de ese “lado oscuro” que los progresistas de línea clara no cesan de proclamar como definitivamente superado y periclitado (esa constante obsesión con “la caverna”) y frente a cuyo presunto retorno esos mismos progresistas no cesan constantemente de advertirnos. Como si ellos mismos no acabaran de creerse su discurso de amaneceres radiantes, como si ellos mismos fueran muy conscientes de que, por mucho que se empeñen, todo aquello que es reprimido permanece siempre al acecho, porque a lo sumo sólo puede ser contenido, pero nunca totalmente extirpado».

¡Amén!

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Autor

Antonio Gil-Terrón Puchades

Antonio Gil-Terrón Puchades (Valencia 1954), poeta, articulista, y ensayista. En la década de los 90 fue columnista de opinión del diario LEVANTE, el periódico LAS PROVINCIAS, y crítico literario de la revista NIGHT. En 1994 le fue concedido el 1º Premio Nacional de Prensa Escrita “Círculo Ahumada”. Ha sido presidente durante más de diez años de la emisora “Inter Valencia Radio 97.7 FM”, y del grupo multimedia de la revista Economía 3. Tiene publicados ocho libros, y ha colaborado en seis. Actualmente escribe en Periodista Digital.

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