Fotos presidenciales

El último ‘posado’ del verano de Sánchez

El presidente del Gobierno recoge como ningún otro la estética de la catástrofe

El último 'posado' del verano de Sánchez

Una imagen vale más que mil palabras y Pedro Sánchez lo sabe. Mientras España está en llamas, esta semana hemos visto publicada una fotografía suya ante un desolado paisaje devastado por el fuego. La agencia EFE salió en su defensa y desmintió que fuera un posado, también confirmó, no sabemos si con sarcasmo, que era verdadera y no estaba trucada. Lo cierto es que no reúne todos los requisitos para los Premios Pulitzer de periodismo, pero no hay por qué alarmarse sale guapo y le sirve para su book de fotos presidenciales. Es más, Sánchez recoge como ningún otro presidente la estética de la catástrofe.

Sin embargo, ninguna de sus fotos puede superar a esa icónica imagen que dejará su huella en la historia de España, la del abrazo de Joe Biden y Begoña Gómez ante Sánchez en la cena del Museo del Prado durante la Cumbre de la OTAN. Una de las instantáneas más impactantes de nuestras relaciones bilaterales con Estados Unidos. Dicen las malas lenguas que el magnetismo de los guapos es hipnótico y que, si te llegan a juzgar por algún motivo, las posibilidades de que te declaren inocente son muchas. ¿Será benévola la historia con “Mr. Handsome” y todos los vaivenes de su mandato?

Las imágenes siempre han sido aliadas de la palabra escrita y hay algunas que nunca olvidaremos. El primer minuto como presidente en el Congreso de los Diputados tras la primera moción de censura de la democracia. El abrazo de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias para firmar el acuerdo de coalición. El primer gobierno con más mujeres que hombres, muy a lo Zapatero. España en manos de las mujeres, se podía leer en algún titular al principio de la legislatura. A estas alturas, Sánchez se las ha cargado a casi todas. Si les preguntamos a ellas nos darían su versión a la inversa, besaron a un príncipe que se convirtió en rana.

Un presidente comprometido con las fotos y viviendo al límite. Él mismo detalló hace poco todas las catástrofes y desgracias que ha tenido que combatir. Pandemia, Filomena, volcán de la Palma, incendios, una tormenta de arena subsahariana, una guerra, la inflación y subida de tipos de interés. Sin olvidarnos de todo su despliegue ante ellas, con Falcon, helicóptero Súper Puma y coches oficiales. Tampoco podemos dejar de mencionar como nos gusta esa foto suya a lo agente 007, al lado de Albares y a bordo de su Falcon propiedad de la Fuerza Aérea Española.

También el pasado vive en el presente y desde Suárez a Sánchez recordamos a todos los presidentes de la democracia por sus fotos, como huellas de nuestra memoria y símbolo de una identidad colectiva. En el túnel del tiempo tenemos la imagen de una tirante conversación entre Suárez y Tejero en el golpe de estado del 23F, durante la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo. También nos quedamos con la última fotografía de Adolfo Suárez junto con el rey Juan Carlos de espaldas, tomada por su hijo a sugerencia de Julio Iglesias. Todas las imágenes tienen una historia detrás, muchas de las veces poco conocida.

Algunas tuvieron importancia en su momento, como la foto de la primera victoria del PSOE en unas elecciones generales con Felipe González y Alfonso Guerra en el balcón. Pero ¿qué imágenes quedarán para la historia? Aznar dijo en una entrevista que la mejor de sus fotos era la de Las Azores, se refería a su fotografía con Durao Barroso, Tony Blair y George W. Bush. Después le siguió Zapatero y todavía recordamos su posado con el matrimonio Obama, junto a su esposa y sus hijas en la Asamblea General de la ONU. De Rajoy elegimos alguna de sus fotos con la excanciller alemana Angela Merkel y la de su despedida del Congreso de los Diputados tras la moción de censura.

La fotografía lejos de desfigurar la historia nos ayuda a comprenderla. El funambulismo político de Sánchez le ha llevado a imágenes y alianzas poco comunes, a cambios de gobierno. A pieza tocada, pieza movida, como en el ajedrez. Esto significa que Pedro Sánchez ha hecho nuevos nombramientos para reforzar el vínculo entre La Moncloa y Ferraz, con Montero como número 2, Alegría de portavoz del PSOE y Patxi López del Congreso. ¿Conseguirá tranquilizar a sus votantes? En este momento se enfrenta al final de su ciclo, y como dice la canción de Joaquín Sabina prometemos olvidarlo en “19 Días y 500 Noches”.

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