Siempre me ha llamado la atención que, con lo grande que es el Mundo y hermosa la madre Naturaleza, el 98% de los “verdes” vivan hacinados en ciudades, rodeados del cemento y asfalto que tanto critican.
¿Acaso alguien les obliga a ello? Pues no; lo que ocurre es que ir de ciudadano ´verde´ está de moda, es políticamente correcto y su ´postureo´ queda chic.
Lo coherente en un ´verde´ sería predicar con el ejemplo; abandonar la civilización e irse a tocar la flauta en una cueva perdida en medio del bosque, sin luz eléctrica, agua potable, ni cobertura de telefonía móvil.
Un ´verde´ coherente fue Giovanni di Pietro Bernardone, un joven perteneciente a una rica familia de comerciantes, que no solo renunció a todos los bienes materiales, sino hasta de las propias ropas que vestía, quedándose desnudo antes de abandonar la vida urbana, para perderse en la Naturaleza.
Ese ´verde´, honesto y coherente, que -alejado del mundanal ruido- escribió:
“Loado seas, mi Señor, por el hermano viento, y por el aire, el nublado y el sereno, y todo tiempo, por el cual a tus criaturas das sustento… Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana Tierra, la cual nos sustenta y gobierna, y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba.”
Ese ´verde´ que se casó con la Pobreza; ese ´verde´ que predicó con el ejemplo…; ese ´verde´ que jamás empleó la violencia, el insulto, o la quema de contenedores de basura y autobuses urbanos, para imponer a los demás por la fuerza, sus ´poco practicadas´ creencias.
Ese ´verde´ llamado Francisco de Asís, hermano del Sol, la Luna y las estrellas.