En VOX decidieron que la bola no creciera más: Macarena Olona no puede volver.
Ni siquiera esperaron a esa reunión que pedía la exdiputada con el presidente Abascal. Algo se torció con ella en el transcurso de las elecciones andaluzas. Seguramente antes.
Olona se había convertido en una de las parlamentarias más mordaces de la Cámara Baja. Siempre certera, durísima, faltona, inteligente y sagaz, extremadamente peligrosa para sus rivales. Todo lo contrario que demostró ser como candidata regional en Andalucía.
Y no es que el tema fuera tanto como para hacer la sangre de Juan Manuel de Prada en su romance en ABC, pero el periplo electoral sí dejó ver una Olona inédita hasta la fecha: absolutamente fuera de lugar, error tras error.
Y ahora, a Olona se le pone delante un camino mucho más difícil. Sin VOX, sin la estructura del tercer partido de España, todo se hace cuesta arriba.

Olona con Juan Espadas en el debate andaluz, donde no estuvo brillante.
¿Lo intentará la malograda Olona? ¿Se montará un Sumar a lo Yolanda Díaz para erosionar a VOX? ¿Será otra errejona en el Hemiciclo? ¿Triunfará o fracasará?
Muchas preguntas y pocas certezas en torno a lo sucedido, pero si hay una es que algo se rompió inexorablemente en VOX.
Algún día nos enteraremos.