Rebelión en la Moncloa

"Estamos asombrados ante el uso absolutamente egoísta de las instituciones y, sobre todo, de las legislaciones, para que se adapten a lo que Sánchez desea"

Rebelión en la Moncloa

George Orwell era un socialista que con sus libros pronosticó lo que viviríamos unos cuantos años después. En su famoso libro ‘Rebelión en la Granja’ muestra la alegoría de los cambios que van sufriendo los animales (que representan a humanos) cuando llegan al poder.

Las ideas iniciales que tienen los animales cuando llegan al poder, todos con la idea de velar por el bien común, acaban siendo planes absolutamente tiránicos que someten a todos los animales de la granja. Es el caso de Napoleón, que acaba siendo un tirano tras su lucha con Snowball, aunque les dejo a ustedes la búsqueda de quién es quién en la granja porque los paralelismos son cuanto menos curiosos.

En cualquier caso, este cuento, una fábula de niños, resulta ser la pesadilla que vivimos en pleno 2022 en nuestro país. Nuestro propio “Napoleón” ha decidido que acabar con los delitos del Código Penal que le molestan es la vía para el “buen hacer” en nuestro país (nótese la ironía). Y digo que “le molestan” porque eliminar o suavizar delitos para contentar, agradar o caer bien a los separatistas catalanes es de traca. Pero más de traca aún es acabar o suavizar el delito de malversación, para ayudar a sus colegas socialistas y podemitas.

Vamos a aclarar alguna cosa: el delito de sedición en España castiga a quienes, sin estar comprendidos en el delito de rebelión, se alcen «pública y tumultuariamente» para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la aplicación de las leyes. Es decir, lo que pasó en Cataluña. Por otro lado, el delito de malversación se basa en la apropiación indebida del patrimonio público o en la administración desleal del mismo y solo puede cometerse por una autoridad o funcionario. Este delito es especialmente grave cuando los bienes apropiados superan los 50.000 euros. Los ERE de Andalucía fueron 679 millones de euros. O sea, que grave, grave.

Estos dos delitos han sido ocultados con el ataque a la Comunidad de Madrid con la Sanidad como nueva excusa. La Sanidad tiene un problema generalizado en toda España, pero Ayuso es la pieza que batir por Napoleón Sánchez porque hace tambalear su “Granja Moncloa”. Cuando Ayuso dice las verdades, como que faltan médicos en toda España, su “Granja” se agita y Napoleón Sánchez no puede permitir esto.

Estamos asombrados ante el uso absolutamente egoísta de las instituciones y, sobre todo, de las legislaciones, para que se adapten a lo que Sánchez desea. No importan los problemas de los españoles, los cuales son muchos y variados: pagar la cesta de la compra con la inflación o pagar la luz con precios exorbitados. Pagar, pagar y pagar para que luego su dinero se vea tirado en bono cheques que dicen solucionar sus problemas o “poniendo un edredón más gordito”.

Esperamos que la fábula acabe en nuestro caso con final feliz (es decir, cuando gobierne el PP), pero espero que haberla vivido nos haya dejado una buena enseñanza: si la libertad no se protege, se pierde.

No sé si saben cómo acaba la fábula de “Rebelión en la Granja”, les invito a su búsqueda. Recuperen este gran libro y ténganlo en su mesilla, antes de que llegue Guy Montag y los queme.

 

*Elisa Vigil es diputada del GPP en la Asamblea de Madrid. 

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