La famosa sala de subastas Christie’s vendió en 2015, por 256.000 euros, una de las 90 latas numeradas, concretamente la nº 52, serie ´etiqueta marrón´, que ´el artista´ Piero Manzoni rellenó con sus excrementos fecales. Exactamente, 30 gramos de ´merda d´artista´, por lata.
Hay quien divide el arte en tres grandes grupos: el clásico, el moderno, y el postmoderno. Un servidor, también lo divide en tres: el que me gusta, el que no me gusta, y el que me hace ´potar´.
Y es que bodrios artísticos, al igual que la diarrea, los ha habido en todas las épocas, y de todos los colores y texturas. Aunque comienza a resultar preocupante que de un tiempo a esta parte amenazan con convertirse en pandemia; los bodrios y la diarrea 2030.
El porqué de tanta abundancia de ´bodrios de autor´ en la actualidad, seguramente es debido a la profusión de nuevos ricos, que tal vez por no haber leído un libro en su vida, intentan comprar obra de consagrados ´divos progres´, pagando barbaridades por obras a las que llamarles excremento, sería un piropo para la mierda.
Una ´culturilla´ del pesebre, que alimentada por las subvenciones, repartidas a ´gogo´, en su momento, por ZP, entre los miembros del progre ´clan de la ceja´, ha alcanzado su infame zenit bajo la alpargata de Sanchinflas y su banda.
Esperemos que en 2023 las cosas comiencen a cambiar a mejor, que ya va siendo hora. Así que, como reza la canción de ´Imagine Dragons´, es tiempo; es hora.