Para el ateo marqués de Sade, los creyentes siempre seríamos unos infelices

Sobre la felicidad: ‘Para gustos los colores’

Al perdernos lo que -según él- eran los grandes placeres de la vida

La monja italiana sor Cristina Scuccia, ocho años después de ganar el ´talent show´ LA VOZ DE ITALIA, dejó los hábitos religiosos.
La monja italiana sor Cristina Scuccia, ocho años después de ganar el ´talent show´ LA VOZ DE ITALIA, dejó los hábitos religiosos. PD

Un amigo, ateo militante y ´buenista´ practicante, me argumentaba el otro día que su labor diaria para intentar conseguir adeptos a sus dogmáticos principios, era para conseguir que la gente fuera más feliz, al considerar que los creyentes se privan del placer de realizar muchos actos, por estar éstos considerados como pecado por su religión, y ello hacía que los creyentes no disfrutaran de la vida, pasando su existencia en un permanente estado de auto represión.

Pues bien, como creyente, y tras agradecerle sus desvelos y preocupación por mi ´felicidad´, le respondí que nunca me ha supuesto un sacrificio el amar a Dios, sino -más bien- un místico placer; de tal modo que no tomar el nombre de Dios en vano, o el no mentir, nunca me ha supuesto el mínimo esfuerzo.  Además, me gusta y disfruto yendo a misa los domingos y, de hecho, me resulta tan placentero que no solo voy los de precepto, sino todos los días de la semana.

Le dije así mismo que mientras mis padres han vivido, y aún ahora, jamás me ha supuesto ningún padecimiento el honrarlos y respetarlos; más bien ha sido y sigue siendo, una satisfacción.

Le dije que el matar, el robar, el odiar a mi prójimo, el envidiar, el maldecir, o el pisotear al débil, etc. no iban conmigo en absoluto, y que el no realizar tales prácticas y abominaciones, ni me nacían, ni me apetecían, ni me sentía frustrado, reprimido e infeliz, por no realizarlas.

Le dije que él y yo teníamos unos gustos muy diferentes sobre los placeres de la vida, y que el hecho de que él pensara que los creyentes nos pasábamos la vida amargados por cumplir con la Ley de Dios, decía mucho de su catadura ética y moral.

En el fondo, mi amigo, no es mala persona y estoy convencido de que no había pensado bien lo que decía.

Quien sí que sabía muy bien lo que decía, y no era buena persona, fue Donatien Alphonse François de Sade, más conocido por su título de marqués de Sade, cuyo nombre figura, en un puesto de honor, en los listados de ateos famosos.

En las obras de este innoble tipejo, son característicos los antihéroes, protagonistas de violaciones y de disertaciones en las que, mediante retorcidos sofismas, justifican sus actos. La expresión de un ateísmo radical, además de la descripción de sus perversiones y actos de violencia, son los temas más recurrentes de sus escritos, en los que prima la idea del triunfo del vicio sobre la virtud.

A este siniestro personaje se deben los términos ´sadismo y sádico´. Desde 1834, la palabra «sadismo» aparece en los diccionarios de diferentes idiomas, para describir la propia excitación producida al cometer actos de crueldad sobre otra persona.

En fin, para el marqués de Sade los creyentes siempre seríamos unos infelices al perdernos lo que -según él- eran los grandes placeres de la vida.

NOTA: La monja italiana sor Cristina Scuccia, ocho años después de ganar el ´talent show´ LA VOZ DE ITALIA, dejó los hábitos religiosos. Sin embargo, cuando una manada de ´plumillas´ de los medios ´progres´ fueron a entrevistarla, buscando un titular poco pío, Cristina Scuccia fue muy clara: «NUNCA HE CUESTIONADO A DIOS. MI FE NO SE HA DERRUMBADO Y SEGUIRÉ DIFUNDIENDO EL MENSAJE EVANGÉLICO INCLUSO SIN EL VELO». Obviamente, la declaración de la ex monja, ya no fue digna de figurar en portada.

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Autor

Antonio Gil-Terrón Puchades

Antonio Gil-Terrón Puchades (Valencia 1954), poeta, articulista, y ensayista. En la década de los 90 fue columnista de opinión del diario LEVANTE, el periódico LAS PROVINCIAS, y crítico literario de la revista NIGHT. En 1994 le fue concedido el 1º Premio Nacional de Prensa Escrita “Círculo Ahumada”. Ha sido presidente durante más de diez años de la emisora “Inter Valencia Radio 97.7 FM”, y del grupo multimedia de la revista Economía 3. Tiene publicados ocho libros, y ha colaborado en seis. Actualmente escribe en Periodista Digital.

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