Cuando hace unos años, Arturo Pérez-Reverte pronunció su ´boutade´: «Yo no tengo ideología, tengo biblioteca», recuerdo que publiqué que yo sí tenía ideología, y muy fundamentada, precisamente por tener biblioteca.
Pérez-Reverte presume de tener en su biblioteca, 30.000 libros; lo que ya no específica es cuántos de ellos ha leído. Y digo esto por una simple cuestión matemática, y es que si este señor, que en la actualidad tiene 71 años de edad, hubiese leído un libro por día, desde el mismo momento del parto, repito, //UN LIBRO POR DÍA//, necesitaría 82 años para poder leer los 30.000 libros que dice tener su biblioteca.
Aunque claro, en honor a la verdad diré que de la colección de botellas y latas de cerveza, que fui reuniendo a lo largo de los años, tampoco me he bebido ninguna.
En cuanto a cuanto a lo que Pérez-Reverte dijo hace unos años, en una entrevista con Iñaki Gabilondo, al afirmar que ´en Trento, España se equivocó de Dios´, pintando una inquisidora España negra, lo peor de lo peor, frente a una Europa luterana, moderna, tolerante y avanzada, poco más que añadir a lo publicado en PERIODISTA DIGITAL, en mi artículo “La Inquisición Española: Mito y realidad”
Artículo del que destacaría los siguientes datos:
BRUJOS Y BRUJAS, CONDENADOS A MUERTE POR TRIBUNALES RELIGIOSOS EN PAÍSES CATÓLICOS:
- Portugal: 4
- España: 59
- Hungría: 800
- Francia: 4.000
- Polonia/Lituania: 10.000
- TOTAL………………………………….14.863
BRUJOS Y BRUJAS CONDENADOS A MUERTE POR TRIBUNALES RELIGIOSOS EN PAÍSES PROTESTANTES:
- Países Bajos: 200
- Dinamarca/Noruega: 1.350
- Inglaterra/Escocia: 1.500
- Suiza: 4.000
- Alemania: 25.000
- TOTAL………………………………..32.050
En dicho artículo figuran las fuentes.
En cuanto a los guiños que realizó durante la misma entrevista, hacia todo lo francés,, igualmente remito a otro artículo publicado en PD, titulado “El juicio a ´Porki Pig´, y otras bestialidades de la ´avanzada´ Inquisición Francesa”.
Y para concluir, y también referente á la mencionada entrevista y sus loas a lo francés y lo afrancesado, recomiendo la lectura de “Libertad, igualdad, fraternidad, y latrocinio”.
¡Baja Pedro, que sube Arturo!