De un tiempo a esta parte, como si unas manos sabias hubiesen movido el árbol, las Reales Academias y otras insignes instituciones españolas han abierto sus puertas a la ciudadanía y sus ventanas a la entrada de aire fresco.
Fruto de esta política, la Real Academia de la Lengua, la Real Academia de la Historia, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, la Real Academia Nacional de Medicina de España, la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España, la Real Academia Nacional de Farmacia, la Real Academia de Ingeniería, la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, y el Instituto de España, que las agrupa y del que forman parte, ofrecen enriquecedores ciclos sobre los temas que las compete y otros a los que no pueden ser ajenos. Es lo que está ganando el imparable empuje de la sociedad civil española para que estas doctas instituciones, dirigidas por mentes preclaras, inquietas y atentas a la comunidad, salgan de su letargo y, además de trabajar y discernir entre ellos sobre los temas que les conciernen y elaborar valiosos documentos internos con puntuales destinatarios, organicen actos, ciclos y seminarios en los que se dialoga y pronuncian conferencias magistrales en auditorios abiertos a ese ciudadano deseoso de enriquecerse en los diversos saberes y alejarse por unas horas de la zafiedad que anida en la creciente sociedad gregaria y lega.
La Real Academia de la Historia, bajo la dirección de Carmen Iglesias Cano, ha presentado recientemente el Portal Digital de Historia Hispánica, el mayor entorno digital sobre la historia hispánica, abierto a todo tipo de contenidos sobre el tema, que cuenta con el criterio de autoridad y la garantía de calidad que aportan las más de 500 instituciones científicas nacionales e internacionales que participan y que hacen que en estos momentos España sea el único país del mundo que tiene digitalizados todos sus hechos; un mapa definitivo para navegar por la historia global de España que hilan 20.000 hechos con su tiempo y espacio y 50.000 personajes, que sobre el mapa generan 150.000 referencias. Una cantidad inabarcable que se explica porque la crónica de España es también la del mundo. “Historia Hispánica tiene espíritu de servicio para ayudar a estudiantes, profesores, investigadores y curiosos en el acceso al conocimiento”, subrayó Jaime Olmedo, director técnico de la Real Academia de la Historia, en su presentación. “Hoy es un día importante para los países de habla hispana y para nuestra historia compartida”, proclamó SM el Rey Felipe VI, que junto a la Reina Leticia apadrinaron esta iniciativa en el Palacio Real.
El Instituto de España, como cada año, ha organizado en su sede y bajo el auspicio de su Presidente rotatorio, actualmente Benigno Pendas García, un admirable ciclo de cuatro sesiones bajo el título Ciencia y Tecnología: Perspectiva desde las Reales Academias, en el que académicos de la RAE, RACMyP, RANME, RAI, RAH, RACEF, RANF, RAC, RAJyLE y RABASF han pronunciado lecciones magistrales sobre Ciencia, tecnología, economía y poder: desde las máquinas de vapor al chip (por José Manuel Sánchez Ron); ¿Se puede lograr una ciencia positiva de la conciencia? (por Juan Arana Cañedo Argüelles), Teragnosis por medio de radioligandos (por José Luis Carreras Delgado), Hacia una Inteligencia Artificial socialmente sostenible (Por Nuria Oliver), Historia de la Ciencia y de la Tecnología en España (por Francisco Javier Puerto Sarmiento), La subjetividad en el nuevo pensamiento económico (por Ana María Gil Lafuente), Ciencia y tecnología analítica en terapéutica y desarrollo de medicamentos (por Fidel Ortega Ortiz de Apodaca), Datos y reflexiones sobre la evolución del marco de la política científica y las acciones de la Real Academia de Ciencias de España (por Ana María Crespo de las Casas), Derechos fundamentales y nuevas tecnologías (por Encarnación Roca i Trias), y Relaciones de la Música con los números y el ordenador (por José Luis García del Busto Arregui).
Todas las sesiones han sido públicas y por Internet, aunque ésta última fórmula ha tenido, al parecer, más participantes que los presenciales. Una lástima porque si perdemos el contacto físico, el mirar a los ojos a nuestro interlocutor, intercambiar pareceres y formularle preguntas para recibir repuestas, el mundo virtual se impondrá sobre el real. Y no, no es lo mismo.
La Real Academia de Jurisprudencia, presidida por Manuel Pizarro, ha organizado dos enjundiosos ciclos de seis sesiones cada uno: La monarquía en la Constitución vigente y La política exterior de España, a cargo de especialistas reconocidos. En el primero y bajo los títulos La monarquía parlamentaria, La Jefatura del Estado parlamentario en el Derecho comparado, La función constitucional del Rey, El refrendo de los actos del Rey, La inviolabilidad del Rey y La Casa del Rey, a cargo, respectivamente, de Manuel Aragón, Javier Tajadura, Eloy García, Pedro González-Trevijano y Luis María Cazorla. Y el segundo con los títulos España y las comunidades autónomas en política exterior, Líneas especiales de la política exterior española: ¿repliegue o lanzamiento?, La relación de España con Argelia: más allá de la colaboración energética, La posición de España en Europa en los espacios no cubiertos por la UE, Política exterior de España: cultura y derechos humanos, y Propuestas sobre la independencia de América hechas desde España, impartidas por Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Celestino del Arenal, Sagrario Morán, Juan Carlos Moreno, Carlos R. Fernández Liesa y José Antonio Escudero.
La Real Academia Española, con Santiago Muñoz Machado al frente, ha celebrado espléndidas ceremonias (respetando la tradición de los domingos por la tarde) de recepción pública de los nuevos académicos Dolores Corbella Díaz y José María Bermúdez de Castro, con discursos pronunciados y titulados, respectivamente, Un mar de palabras y Naturaleza, cultura y evolución, contestados por Pedro Álvarez de Miranda de la Gándara y José Manuel Sánchez Ron, cuyas lecturas estimulan el pensamiento y acicatean la curiosidad.
Y, en fin, la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, bajo el cuidado de Benigno Pendás García, convoca a innumerables actos, el último una espléndida jornada sobre Gumersindo de Azcárate: Derecho, Sociedad y Política en la Modernización de España, que fue precedida en el tiempo por la toma de posesión del académico Enrique Krause Kleinbort, el riquísimo ciclo de Conferencias Fuentes Quintana y la sesión in memoriam de Juan Velarde Fuertes.
Quien en Madrid no quiere culturizarse es porque no quiere.
