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Quien dice que en el mar no se marea, es porque nunca ha sufrido en sus carnes un temporal de los de película, ya que si lo pillas, no te salva ni la Biodramina en vena, ni todas las rogativas y juramentos que hagas, entre arcada y arcada, a Santa Pota de las Angustias.
Sirva como ejemplo de lo dicho el que un servidor, que siempre ha aguantado bien los vaivenes propios del arte de marear, no se libró durante una tempestad, de coger tal pedal que estuvo un mes a base de Biodramina y dos años sin poder sentarse en una mecedora.
Pues bien, toda esta historia viene a cuento del fallido intento de escribir una desapasionada y objetiva semblanza sobre el sátrapa que nos pastorea, ordeña y chulea. Y digo ´fallido´, porque si bien es cierto que sentí náuseas mientras lo escribía, lo peor vino cuando lo tuve que releer varias veces antes de enviárselo a Alfonso Rojo. Y es que su última lectura, antes de apretar el botón de ´enviar´, me provocó tales arcadas que termine por vomitar hasta los calostros que mamé de pequeño.
Finalmente, decidí borrarlo, amén de rociar con un espray desinfectante, el teclado de mi ´PC´, y llamar al exorcista padre Fortea para que ejerciera su oficio, sobre la memoria ´ram´ y ´la placa base´ de mi vetusto portátil.
Quién me iba a decir que reflexionar sobre el panorama político español podría ser un buen método para adelgazar.
Por la fecha de la convocatoria, el próximo 28 de mayo, estas elecciones pueden venir de perlas a la ´operación bikini 2016´. Para ello recomiendo colgar en la pared -donde reposa la cisterna del wc – un collage con los caretos del sátrapa y su ´casta´, y que, amén de facilitarle el vómito, también le irá bien para combatir el estreñimiento. Y si aún así no consigue el efecto adelgazante deseado, puede ver en bucle, el documental-entrevista con el papa Francisco que emite el canal Disney. ¡Mano de santo, oiga! ¡Ni un café americano con sal!