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Hay textos que no tanto por lo que dicen, sino por cuándo se escribieron, te ponen los pelos como escarpias. El que hoy traigo vale la pena leerlo por su profética exactitud. Se trata de un fragmento de “CARTAS DEL DIABLO A SU SOBRINO” de C. S. Lewis, publicado en 1942:
- § ¿Y cómo lograste llevar tantas almas al infierno en aquella época?
- § Por el miedo.
- § Ah, sí. Excelente estrategia; vieja y siempre actual.
- § ¿Pero de qué tenían miedo? ¿Miedo a ser torturados? ¿Miedo a la guerra? ¿Al hambre?…
- § No. Miedo a enfermar.
- § ¿Pero entonces nadie más enfermaba en esa época?
- § Sí, enfermaban.
- § ¿Nadie más moría?
- § Sí, morían.
- § Pero, ¿no había cura para la enfermedad?
- § Había.
- § Entonces no lo entiendo…
- § Como nadie más creía o enseñaba sobre la Vida Eterna, y la Muerte eterna, pensaban que solo tenían esa vida, y se aferraron a ella con todas sus fuerzas, incluso si les costaba su afecto (no se abrazaban ni saludaban, ¡no tenían ningún contacto humano durante días y días!); su dinero (perdieron sus trabajos, gastaron todos sus ahorros); ¡y aún se creían afortunados estando impedidos de ganarse el pan. ¡Su inteligencia (un día, la prensa decía una cosa y al día siguiente, se contradecía. ¡Y aún así se lo creían todo!).
- § Su libertad (no salían de la casa, no caminaban, no visitaban a sus parientes… ¡Era un gran campo de concentración para prisioneros voluntarios! ¡Jajajajajaja!). Aceptaron todo, todo, siempre y cuando pudieran prolongar sus vidas miserables un día más. Ya no tenían la más mínima idea de que Él, su Creador, y solo Él, es quién da la vida y la termina. Fue así de sencillo. ¡Tan fácil como nunca había sido!
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¿Les suena la música…? Pues ahora, para concluir, y por si no hemos visto bastantes similitudes con los psicópatas años que nos está tocando sufrir, cierro con lo que le dice el diablo a su sobrino, en su primera carta.
En ella el diablo aconseja a su sobrino sobre la ´vida real´, recomendándole que no le deje leer a su ´paciente´ libros que le brinden más cultura, sino que le haga creer que él ya sabe todo lo necesario.
Pues eso. Ya sabemos quién susurra en el oído, a los encargados de redactar los nuevos planes de enseñanza en esta satrapía en que se ha convertido España.
