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En septiembre se cumplirán dos años desde que comencé a publicar diariamente en PERIODISTA DIGITAL, y durante este periodo, por primera vez en casi dos años, he llevado unos días en los que no he sido capaz de escribir nada. Hoy, vuelvo al frente, con la ´cartuchera´ llena, las´ trinchas´ puestas, y las pilas recargadas. Comienzo.
La ristra de ´boutades´ cursis del gurú espiritual de Pedro Sánchez, el incombustible e irrepetible ZP, que comenzó con aquel ´épico´ «La tierra no pertenece a nadie, salvo al viento», ha tenido su ´climax´ en la pasada campaña de la campaña electoral, en la que, al de la ´ceja´, no se le han caído los huevos al suelo a la hora de soltar lo de «El infinito es el infinito; el universo es infinito muy probablemente. No cabe en nuestra cabeza imaginarnos cómo es el infinito… Somos el único sitio del Universo, del Todo, si es que podemos concebir el todo, donde se puede leer un libro y se puede amar».
La verdad es que hay que ir muy ´fumado´ para llegar a ese nivel. Lo que nos hace pensar que si esa es la altura intelectual del maestro, imaginen el nivel del discípulo.
Nunca fue más certera, ni actual, la frase ´Con una frase no se gana un pueblo, ni con un disfrazarse de poeta…´, que inmortalizó María Ostiz en su canción ´Un pueblo es´.
Y es que hay canciones que surgen como un grito de rebelión, entre el desafío, la rabia y la esperanza. Canciones que quedan, mientras los tiranos pasan, sin dejar más recuerdo en la Historia que el de una pesadilla lejana.
Cuando todo esto pase, porque pasará, un día nos levantaremos del suelo, invictos sobre déspotas parlanchines y mentirosos; demagogos ´trileros´ de luna negra; saltimbanquis de la parca; repartidores, entre ´paguita y ´paguita´, de ruina, miseria y desgana. Un día…
́´Un pueblo es´, la canción de María Ostiz, nos recuerda desde las cloacas del pasado reciente, que la angustia presente no acallará la voz de un pueblo que mirando al frente y sin volver la espalda, hoy harto se levanta… O por lo menos debería de hacerlo en España; pero la verdad es que ya tarda.
«Con una frase no se gana un pueblo, ni con un disfrazarse de poeta, a un pueblo hay que ganarlo con respeto, un pueblo es algo más que una maleta pérdida en la estación del tiempo, esperando sin dueño a que amanezca.
Con una frase no se gana un pueblo, ni con una palmada en su paisaje, ni con un aprender de su lenguaje, ni con una canción que impregne el odio y que llene tu negocio, y que llene tu negocio.
Un pueblo es, un pueblo es, un pueblo es, abrir una ventana en la mañana y respirar, la sonrisa del aire en cada esquina, y trabajar y trabajar, uniendo a vida, vida…, el ladrillo en la esperanza, mirando al frente y sin volver la espalda.»