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Comencé a publicar en Facebook en julio de 2012, hace ahora 11 años, en tiempos del ´abducido ZP´.
Partiendo de cero, en cinco años conseguí llegar a la cifra máxima que ´el Gran Hermano´ te permite tener: 5.000 ´amigos´. A fecha de hoy sigo obviamente estancado en esa cifra, sin embargo, el número creciente de seguidores ya va por 1.344, y eso a pesar que, por las razones que a continuación explicaré, cada vez público menos en esa edulcorada y ´politícamente correcta´ red social.
Durante la etapa del gafe Zapatero, y posteriormente con el nuevo gafe que le siguió, nunca jamás tuve ningún tipo de censura en FB; y eso que, menos guapo, les llame de todo, tanto a ZP como al gallego.
Sin embargo, con la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, la censura tanto directa, como indirecta (´SHADOW BAN´), ha ido creciendo hasta alcanzar unas cotas represivas, tan solo comparables con las habidas en las dictaduras más férreas.
Al implacable ´algoritmo´ de FB no se le escapa una, tanto en textos como en imágenes; ni tan siquiera escribiendo ´Pϵdrϴ ≥αµchϵ≥´ en lugar de Pedro Sánchez. Y es que al robot de IA, conocido como ´Zuckir´, no hay quien lo engañe. Como se mente al sátrapa, o a alguno de su banda, incluyendo al ´Che Bergoglio´, o se critique algo relacionado con los ´dogmas de fe´ de ´la Biblia 2030´, el artículo, o imagen en cuestión, termina en los ´calabozos ´ de la ´Lubianka´ digital.
Como columnista, llevo publicando en prensa, desde tiempos de Felipe González, y ni con él, ni con los diferentes gobiernos que le siguieron, jamás he sentido la garra de la censura, como la llevo sintiendo desde la llegada del ´bello otero´ a la suprema poltrona.
¡Asco, no; lo siguiente!