Hay letras de canciones que simplemente leídas quedan pobres, deshilvanadas y hasta un poco sosas. Hay letras que solo cuando son cantadas cobran fuerza, pero que si encima les ponemos imagen, es cuando realmente son capaces de tocar y herir el alma de quien las escucha.
“¿Adónde han ido todas las flores?”, es una de estas canciones. Su autor e intérprete, el estadounidense Pete Seeger, fue uno de los encausados, en 1951, por el Comité de Actividades Antiamericanas, durante la caza de brujas del senador McCarthy. El cantautor, acusado de simpatizar con el comunismo, fue condenado a un año de cárcel. Y es que tras la IIª Guerra Mundial, en los Estados Unidos de Norteamérica, cualquiera que se meneara, o simplemente pensara en voz alta, era rápidamente tachado de comunista.
Fue el ´tic´ del siglo XX. Hoy, en pleno siglo XXI, nada ha cambiado, salvo la denominación a los díscolos. Así, con el socialcomunismo incrustado en los círculos de poder, cualquiera que manifieste en voz alta su discrepancia con los dogmas de fe consagrados en su Agenda 2030, es tachado de fascista. Pero volvamos a la canción de Pete Seeger, antes que me caliente y termine mentando al ´Fraudillo´ y sus alpargatas de ir por palacio.
El torpe y alcoholizado senador McCarthy, en lugar de deteriorar la imagen pública del comunismo en EEUU, lo único que consiguió fue darle morbo al tema y popularizarlo dentro del siempre esnobista y frívolo mundillo de los autodenominados intelectuales y artistas. En resumen: un desastre, ya que en lugar de mostrar el verdadero rostro de Stalin y sus mariachis, el borrachín senador se dedicó a perseguir a todo aquel que no llevara la bandera estadounidense en la solapa de la chaqueta.
En esa misma época, en la URSS las cosas funcionaban de un modo bastante más prosaico y con menos papeleo; muestra de ello es lo acontecido en la llamada “NOCHE DE LOS POETAS ASESINADOS”, drama en tres actos [detención, tortura, y ejecución], ocurrido entre la noche del 12 y la madrugada del 13 agosto de 1952, en el que tan solo en unas horas, trece de los más destacados escritores, poetas, artistas, músicos, y actores judíos de la Unión Soviética, acusados de practicar el ´nacionalismo burgués´, fueron detenidos, torturados y ejecutados, bajo órdenes directas de Josef Stalin, en los sótanos de la prisión Lubyanka en Moscú.
Pero volvamos con nuestra canción. Lean la letra que sigue al acabar este párrafo y se percataran ustedes de su ´peligrosidad´. Aquel que vio en su letra ´el espíritu marxista´, tenía que ir muy borracho; aunque claro, no conviene olvidar que McCarthy había nacido en un pueblecito de Wisconsin llamado ´Grand Chute´, y eso siempre imprime carácter, sobre todo a la hora de mamar chupitos a granel y destajo.
El legendario senador terminó sus días más solo que la una, con el hígado marinado con bourbon, y muriendo de cirrosis hepática, como no podía ser de otro modo.
“¿DÓNDE HAN IDO TODAS LAS FLORES?”
- – ¿Dónde están las flores que aquí nacieron?
- – ¿Dónde están las flores? ¿Quién las cortó?
- – Fueron las muchachas que las cogieron,
- – ¿Dónde están las muchachas, adónde han ido?
- – ¿Dónde están las muchachas, qué les pasó?
- – Fueron los muchachos que se las llevaron,
Cuándo aprenderán… cuándo aprenderán…
- – ¿Dónde están los muchachos, adónde han ido?
- – ¿Dónde están los muchachos, qué les pasó?
- – Los hicieron soldados, fueron a la guerra
Cuándo aprenderán… cuándo aprenderán…
- – ¿Dónde están los soldados, adónde han ido?
- – ¿Dónde están los soldados, qué les pasó?
- – En sus tumbas duermen el sueño eterno.
Cuándo aprenderán… cuándo aprenderán…
- – Y las tumbas, ¿dónde están?
- – Desaparecieron.
- – Y las tumbas, ¿dónde están?
- – Ya no se ven.
- – Las cubrieron las flores que aquí nacieron.
Cuándo aprenderán… cuándo aprenderán…
- – ¿Dónde están las flores que aquí nacieron?
- – ¿Dónde están las flores? ¿Quién las cortó?
