En 1948, el físico ucraniano George Gamow, expuso por primera vez su teoría de que el Universo nació a partir de una gran explosión (Big Bang); sin embargo cien años antes, en 1848, un poeta maldito, Edgar Allan Poe, sería quien revelaría por primera vez a la Humanidad esta hipótesis, en su poema “EUREKA”. Esta es la historia.
En 1947 fallece Virginia Clemm, la esposa de Edgar Allan Poe. El poeta terriblemente afectado por la pérdida de la que fuera el gran amor de su vida, cae en un estado de depresiva melancolía que le lleva a entrar en una especie de trance místico, durante el cual escribe “de un tirón” la que sería su obra póstuma: “EUREKA”.
Según él mismo confesó, fue una fuerza extraña la que le iluminó y empujó a escribir dicho libro, un poema en prosa, con un marcado tinte de “revelación” mística.
El lanzamiento al mercado editorial de “EUREKA” y su estrepitoso fracaso, supuso el golpe de gracia para el poeta. En una carta, Poe escribió: «No tengo deseos de vivir desde que escribí EUREKA. No podría escribir nada más».
Unos meses después, y a la edad de cuarenta años, el «poeta maldito» abandonó su envoltura terrenal para reemprender de nuevo su discreta andadura como alma errante a la eternidad.
El Big Bang como origen del Universo, y su permanente estado de expansión, es el hilo conductor de EUREKA. La primera teoría científica conocida que presentaba un modelo como el que postulaba Poe no aparecería hasta setenta años más tarde, en 1917, y no sería hasta 1965, cuando la ciencia reconoció oficialmente que el Universo se formó a partir de la explosión de un súper átomo primigenio, en donde estaba concentrada toda la masa y la energía hoy existentes.
Tuvieron que pasar 118 años, con la consiguiente evolución tecnológica, para que las “revelaciones” hechas en EUREKA dejarán de ser consideradas como el cuento de un poeta loco.
Otras “locuras” de Poe, en su libro, que el tiempo demostró que no eran tales, fueron
- – Lo que por aquel entonces se consideraban como nebulosas de nuestra galaxia, no eran más que otras galaxias externas a la nuestra.
- – Fundir “Tiempo” y “Espacio” en un concepto único. Habría que esperar hasta entrado el siglo XX, cuando Einstein lo “descubrió”.
- – La gravedad como fuerza capaz de propiciar el colapso de gigantescas cantidades de masa hacia un centro común, revelando la existencia de “agujeros negros”.
- – La estructura de la materia se basa en fuerzas de atracción y repulsión, algo sin sentido hasta que se supo que los átomos no son indivisibles, tal y como se creía hasta entonces, así como que la naturaleza y el funcionamiento interno del átomo se debe a las cargas positivas y negativas de las partículas que los forman; la llave de la física subatómica.
Claro, que saldrán los de siempre diciendo que lo desvelado en por Poe en EUREKA no tuvo nada extraordinario, y que todo lo expuesto por el poeta estaba basado en la vulgar lógica… ¿lógica?… La verdad es que hay escépticos compulsivos, voceras destemplados de bar y carajillo, que no hacen más el capullo porque no se entrenan. Sigamos.
Aun así y todo, Poe jamás pretendió, ni mínimamente, escribir un libro científico, sino que EUREKA hay que interpretarlo en clave poética, desprovisto de ínfulas dogmáticas; tal vez por ello sorprende más aún los aciertos que en el mismo concurren. En cuanto a los errores – que aparentemente los hay – habrá que esperar a ver si con el transcurrir de los años se siguen considerando como tales, o bien los que ahora los remarcan sañudamente, terminan por hacer el ridículo junto a aquellos que se encanaban de risa, en 1848, cuando Poe habló del origen del Universo a partir una gran explosión.
Las “revelaciones” Edgar Allan Poe, en su obra EUREKA, fueron bastante más sorprendentemente meritorias que las que hiciese en sus novelas Julio Verne, sin embargo a Poe se le negó siempre la gloria del visionario, y aún hoy en día se le sigue negando, tal vez por su condición de poeta maldito.
Y es que los patanes guardianes de “lo políticamente correcto”, mandaban entonces y siguen mandando ahora. ¡A mí me lo van a contar!
¡A tu salud, Edgar; esta ronda la pago yo!
BIBLIOGRAFÍA:
“EUREKA”, Edgar Allan Poe, Alianza Editorial, 2003 – ISBN: 9788420655611.