¿Cuándo se tomó el camino equivocado que nos ha conducido a esta grave situación actual? Hay que mirar atrás, porque esta catástrofe viene de lejos. La etapa que va de 1980 a 2003, en la que Jordi Pujol fue presidente de la Generalidad (23 años), es cuando se desarrolla la construcción nacional catalana. El germen del golpe de Estado de 2017.
Sigamos con el progresismo suicida. En 2008, el ministro de Economía del gobierno Zapatero, el socialista Miguel Sebastián, publicó el artículo, España no se rompe. Decía, en su artículo: «¿Qué quiere decir exactamente esto de que España se rompe? Entiendo que la afirmación no se refiere a una ruptura política, dado que todos los partidos que han gobernado España en democracia y los que lo harán en las próximas décadas (UCD; PP y PSOE) han dado muestras suficientes de su compromiso con la unidad de España, con la Constitución de 1978 y con el Estado de las Autonomías». Sin comentarios.
Según encuestas de agosto 2008, la mitad de los españoles opinaba que el sistema autonómico crea más problemas que los que soluciona. Según el 49’9%, aumenta las desigualdades sociales y económicas entre regiones. Según el 50’3%, pone en peligro la unidad del país. En concreto, el 72% de los votantes del PP, el 36% de los votantes del PSOE, y el 35% de los votantes de IU, creían que España estaba a punto de romperse.
¿Por qué esta importante diferencia entre políticos y ciudadanos? Tal vez porque en España tenemos, una democracia partitocrática.
¿Qué es la partitocracia? El profesor Javier Tajadura, en su libro «Justicia y partitocracia», muestra sus defectos: dominio de las oligarquías de los partidos, distanciamiento con sus afiliados y votantes, estrategias diseñadas con sometimiento, básicamente, electoral. Tácticas para perpetuarse en el poder y mantener los círculos creados- y cerrados- en torno al partido. Enfrentamiento entre partidos, más que voluntad de pacto. Corrupción y obediencia interna. O sea, poco que ver con el funcionamiento democrático. Como exige el artículo 6 de la Constitución.
Si los partidos- en este caso, PP/PSOE, que han gobernado España los últimos cuarenta años-, se hubieran preocupado por las preferencias/preocupaciones de los españoles, hubieran actuado de forma muy diferente. Las citadas encuestas de 2008, indicaban que muchos españoles estaban preocupados por el sistema autonómico, y por la unidad de España. Pero no el PP/PSOE.
Según la edición revisada y actualizada a mayo 2011, y ampliada, de «El coste del Estado Autonómico», de la Fundación Progreso y Democracia, formada por expertos en administración, gestión y economía, se pueden establecer estas conclusiones: las CCAA derrochan unos 26.000 millones de euros en gasto corriente y de personal; España es el país con el gasto más descentralizado de Europa, aunque las CCAA no responden por su endeudamiento; hay un descontrol en la multiplicación de servicios, entidades y empresas públicas. Hay, aproximadamente, tres millones de empleados públicos entre todas las administraciones. Hay sobrecostes injustificables: por ejemplo, un parlamentario autonómico catalán cuesta 188.000 euros anuales, y un diputado nacional del Congreso de Diputados, 103.090 euros.
Otros sobrecostes inadmisibles son las televisiones de las CCAA; hay una excesiva cantidad de normas, derivada de la multiplicación de administraciones, lo que daña la unidad de mercado; el 46% del presupuesto de las CCAA va a gastos de personal y corriente; el Estado carece de instrumentos suficientes para controlar adecuadamente el gasto público de las CCAA. Y un vergonzoso y ruinoso etcétera de despilfarro, a costa del ciudadano.
¿Se han preocupado de esto los políticos? No. Se han preocupado de mimar a los separatistas antiespañoles para seguir en la poltrona, como ahora el traidor Sánchez, arrodillado ante las exigencias (ilegales/ilegítimas) de los separatistas. Se ha permitido que los partidos separatistas antiespañoles controlen el sistema educativo, televisiones públicas, emisoras de radio, y prensa, digital y escrita. Adoctrinando, desde hace décadas, en el odio y el desprecio a España. ¿Qué resultado esperaban, idiotas?
Los políticos del PP/PSOE- con las excepciones de rigor-, han mentido sistemáticamente, disimulando/justificando las ilegalidades, deslealtades y chantajes de partidos como CIU, ERC o PNV, etcétera. Ofreciendo más dinero, reformas constitucionales y privilegios a los separatistas antiespañoles, que los utilizan en contra de España. Tenía que llegar esta catástrofe anunciada.
¿Tan torpes son nuestros políticos? ¿O es algo peor?
Es mucho peor. En el PP, cobardía, corrupción, y alma de gestoría administrativa. En el PSOE, poder a ¡¡cualquier precio!!, corrupción y desprecio/demolición de España. En eso está el traidor/dictador Sánchez. Alberto ¿te enteras? No tengo palabras para manifestar mi desprecio. Incluyo a las criadas mediáticas. Los votantes aborregados, me dan pena.
Incluso alguna ‘criada mediática’ del régimen, se entera: ‘Sánchez logra cabrear hasta a ‘El País’, que desliza que «se va camino de una dictadura»’. (LD/8/12/2023)
¡Pobre España! ¡Qué representantes políticos tan nefastos!
Si realmente es un ciudadano ¡levántese!