Continente que fue luz del Progreso,
de todos los Derechos, pionero,
hoy convertido en turbio estercolero
de no sabemos qué Poderes preso.
Esto se pone cada vez peor. Quiero decir, lo nuestro, España o, por ser más exactos, lo cada vez menos que va quedando de ella.
Sucede que tras las recientes Elecciones al Parlamento Europeo, correspondía nombrar o renovar cargos; pues bien, la tal Ursula Vondernosécuántos, una señora a la que han pillado llevándoselo a espuertas a costa de las vacunas contra el virus; una señora que, a no mucho tardar, lo más probable es que sea condenada, y a mucho… ¡Ha sido reelegida Presidenta de la Comisión Europea! Un Organismo que determina las políticas de la Unión, o sea, que seguirá destrozándonos a modo y… ¡agárrense! también gestiona los dineros del tinglado. ¡Si eso no es poner a la zorra a cuidar las gallinas…!
Con ser terrible, aún hay más. Entre los que la han nombrado, que tienen que haber sido muchos, porque, si no, no habría salido… ¡Están, dándose la mano, como de costumbre, nuestros PP y PSOE!
Esto sobrepasa lo de la zorra; es todavía más pornográfico.
Voy con otra, que también se las trae. Recientemente, nuestra selección de fútbol ha quedado Campeona de Europa. Precisamente, derrotando en la final a los ingleses.
Pues bien, en la euforia de la celebración, con nuestros jugadores exultantes de alegría, uno de ellos se ha lanzado a cantar algo cuya letra decía, entre otras cosas, “Gibraltar, español”
Tenía su lógica, dado ante quién se había ganado la Copa.
Pues bien, la Federación Europea de Fútbol ha abierto expediente a dos de nuestros muchachos y les ha caído una sanción de varios partidos.
¿Quién es esa gente para meterse en lo que se dice o se canta en una fiesta?
Sin contar con que Gibraltar debería volver a ser español, según dictó en su momento una resolución de la Organización de las Naciones Unidas.
Ni aún de haberse producido “el delito” en el transcurso de un encuentro, cabría siquiera discutirlo; si algún futbolista, después de marcar un gol, diera una vuelta al campo luciendo una pancarta en la que pudiera leerse, “Vota PSOE”, me parecería justo que fuera sancionado; en esta ocasión, con castigo doble, porque ya que te la juegas, aprovecha para pedir algo más sensato, hijo.
Pero, ni aún en medio de un partido de fútbol, un cántico así debería ser sancionado.
Tengo para mí que no faltan Estadios en los que se escuchan cosas bastante más sancionables. ¿O no? Midiendo con el mismo rasero ¿qué sanción debían merecer los pitos y abucheos al Himno español?
Así pues, ni puede castigarse la frase de una canción, frase, por otra parte, más que justificada, ni los organismos europeos son nadie para meterse en lo que dice una fiesta privada.
En realidad, aunque no sean nadie… ¡Vaya si se meten!
No sólo en nuestras reuniones; en nuestra agricultura, ganadería, pesca, minería, industria, inmigración agresiva multitudinaria… y no creo que vayan a parase ahí; terminarán regulando hasta el color de nuestra ropa interior.
Si se lo seguimos permitiendo, claro.
Hilando, pues, estos dos sucesos, el nombramiento de la señora zorra y la absurda sanción futbolera, alguien tiene, de una vez por todas, que levantar la voz.
¿Dónde está la respuesta de nuestra Federación de Fútbol a tamaña felonía? ¿Dónde ha quedado nuestro honor después de tal atropello? ¿Qué clase de Gobierno tenemos, cosa que ya sabíamos? ¿Y qué decir de la siempre cómplice Oposición?
No, de ninguna manera la sanción a nuestros futbolistas es un asunto menor. Por el contrario, se trata de una intolerable intromisión en nuestro soberanísimo derecho a reclamar Gibraltar. Con música o sin ella.
¿A qué esperan los Medios de Comunicación para poner el grito en el cielo?
“¡País!” que decía-y decía bien-el llorado Forges.
Para no perder el hilo, debemos preguntarnos algo: si PP y PSOE han cometido la villanía de votar una política incomprensible, porque eso es lo que han votado, una política que va a seguir arruinándonos, ¿lo hicieron porque ese es su propósito, acabar con España, o más bien alguien los tiene cogidos por los mismísimos y les ha obligado a cometer esa Altísima Traición?
Si a alguno de ustedes es capaz de dar con una tercera posible explicación… se gratificará.
Yo, qué quieren que les diga, me quedo con la segunda: están siendo sometidos a un intolerable chantaje
A pesar de que tanto PSOE como PP son gente de muy poco fiar que no paran de hacernos una tras otra, eso sí, como pareja de hecho bien avenida que son, yo creo que, si fueran libres, jamás hubieran apoyado una política tan asquerosamente destructiva.
Aquí hay busilis, ¿no les parece?
Como denunciar un problema no sirve para nada de no ir acompañado de alguna propuesta de reacción, ahí va la mía.
Algún Medio de Comunicación, el más valiente de entre los ocho que figuran en la famosa lista de próximas víctimas de Sánchez, debería lanzarse al ruedo. Y, si lo hicieran todos a la vez, mejor que mejor.
Debate tras debate, hay que conseguir popularizar la cuestión “¿debemos salir de la Unión Europea?”
No pretendo que esta iniciativa nos termine llevando a decir adiós a esa gentuza; no creo que sea posible, entre otras razones, por la masiva deuda que arrastramos, lo que nos convierte en poco menos que esclavos de nuestros acreedores.
No se trata de eso, sino de discutir y discutir, llegar a la gente, conseguir que se acerquen al problema; problema que nadie les está mostrando en toda su cruda realidad.
Sólo con plantear la cuestión a todas horas, argumento a favor va, argumento en contra viene, se armaría tal revuelo, terminaríamos descubriendo más de un turbio tejemaneje que, aún en el peor de los casos, seríamos más sabios, más conscientes de nuestra penosa situación.
O sea, más ciudadanos.