Más información
Ha por costumbre, perro de hortelano,
la de, ni come, ni deja comer.
¡Animalito! No puede escoger:
por una parte, no es vegetariano;
por otra, con el amo, mano a mano,
la huerta, fiero, debe defender.
Otros perros, hoy, no dejan de hacer
lo mismo con la huerta del tirano.
Vivirán tan felices, arruinados;
perderán libertades y derechos;
a veces, como perros, maltratados.
Aún así, se darán por satisfechos
si ven a “los fascistas” derrotados.
¿Cabe encontrar cerebros más estrechos?
Dan, por una cojera, las dos piernas.
¿Para eso abandonamos las cavernas?
Luis XIII… y medio
Más en Columnistas
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home