La tragedia sufrida en el Levante
acaba de poner de manifiesto
a cuánta incompetencia vive expuesto
un Régimen tan poco vigilante
en el que cualquier necio e ignorante,
hasta, en algunos casos, deshonesto,
puede alcanzar un elevado puesto
incluso en el equipo gobernante.
El sentido común nos asegura
que sólo a Ministro puede llegar
quien haya demostrado cierta altura.
¿Qué, sino un desastre, cabe esperar
del dar Poder a tanto caradura
sin éxito probado en gestionar?
Otro mérito ha de ser exigido,
que no el pertenecer a algún Partido.