Que un voto sea legal, no significa
su licitud en cuanto a lo moral
pues es comportamiento anti-social
que, en cierto modo, el voto falsifica
otorgarlo según lo que publica
el equipo sincrónico habitual
portavoz de la mentira oficial
que a la mejor España sacrifica.
A nadie le ha ido mal por razonar;
sana costumbre, hoy poco practicada
que podría llevarnos a evitar
trampas a una nación mal informada.
¿Por qué motivo, a esa mierda votar,
sino cierta afición a la cagada?
Los malo de estos bulos y estos lodos
es que acabamos pagándolos todos.