Vivimos rodeados de nazismo,
cada vez, un ataque más violento
a nuestra libertad de pensamiento.
Un buen ejemplo, el falso feminismo:
memas sumidas en un fanatismo,
ajenas al menor razonamiento,
ignorantes de ser un instrumento
de división y ruina, el socialismo.
Ellas, no sé de dónde lo han sacado,
tienen razón y ya no hay más que hablar.
Por la cabeza no les ha pasado
que puede haber más formas de pensar.
Hay que imponer la suya; el resultado,
que las demás se tienen que aguantar.
Por ejemplo, piropos… ¡prohibidos!
Pelos en el sobaco… ¡bien crecidos!