Hoy, son precisas dosis de paciencia
que al Santo Job dejarían en cueros;
aparte de robarnos los dineros,
de amargarnos a modo la existencia,
aquí va la penúltima indecencia:
de pronto, se nos han vuelto guerreros
y quieren, los de Europa y sus palmeros,
armarnos para la supervivencia.
No se sabe el ataque que se espera;
uno más de los muchos que acometen
desde dentro y, no pocos, desde fuera.
Cuando así, el miedo en el cuerpo, nos meten,
juren, se trata de nueva manera,
de, más y más, el yugo nos aprieten.
En supervivencia, hoy somos expertos;
¡A ver si va a ser que nos quieren muertos!
Luis XIII… y medio