Pedro Sánchez está cubierto de mierda hasta las cejas. Eso lo sabemos todos los ciegos; tras la publicación de los guasas de Sánchez y Ábalos, y no habiendo terminado todavía las revelaciones, –El Mundo dispone de dos años de mensajes extraidos de las memorias de Abalos y Koldo– hasta los tuertos y los videntes pueden apercibirse de que tienen ante sí a un psicópata en estado puro, un enfermo mental sobre el que Hollywood podría hacer una película sustituyendo al protagonista Hanníbal Lecter por su espejo real, el macarra Sánchez.
Que duda cabe que tal nivel de compenetración de Ábalos con Sánchez y, viceversa, indica que ambos sincronizaban todos los devaneos de putas y tejemanejes económicos de la trama que sostenían Koldo, Ábalos y otros adláteres sociatas. Ya estaba en Air Europa y en las maletas de Delcy Rodriguez, peor que la mafia siciliana de antaño. Queda demostrado que el jefe de la trama corrupta, Sánchez, organizaba el Estado para despellejar a los españoles, al Rey, al PSOE y a todos los que se pusieran en frente de los pensamientos de este nazi de libro. ¿Cómo puede ser este Rey tan imbécil de vestirse de las mismas banderas que sus verdugos, verdugos de tantos españoles opuestos al totalitarismo comunista del estalinismo? De la misma madera que Alexander Orlov sirvió al asesinato de Andres Nin, aquel que reveló de la boca de Stalin que Los españoles no verán más el oro, del mismo modo que nadie puede ver sus propias orejas». Orejas sobran para mostrar el alma podrida de este presidente canalla.
Sánchez con su estilo barriobajero ha sido y es el principal artífice de la destrucción del país, España y Cataluña, de Euskadi y Navarra y de todos los terrritorios donde no puede gobernar sin apoyo de terroristas, golpistas y quién sabe de narcos sobre los que se apoya para favorecer sus intereses irracionales, porque su conducta solo obedece a una macabra y desviada visión que busca el expolio, el robo con escalo de la cultura y la economía. Putas, puteros y chaperos a una.
Que este tipo sea presidente de España da asco. Que su conducta es vomitiva y da arcadas de forma constante resulta cada día más evidente y con su caída temprana veremos todas las verdades que esconden sus principales conversaciones privadas, como se demostrará a partir de las grabaciones de Pegasus, en beneficio de Mohamed VI. A tenor de lo leído y comprendido en los guasas mencionados, podemos malpensar que tras su comportamiento pueden existir tramas homosexuales, pederastia, pedofilia, drogadición o cualesquiera otras menudencias que solo escondiéndolas le permite todavía tener la cabeza sobre sus hombros en lugar de cortada por la guillotina popular en el cesto de los decapitados.
Habiéndose casado con la hija de un gestor de puticlups gais tiene que saber de los vínculos de este lobi y de cómo se mueven los hilos de los favores sexuales. Los culos se mueven en la sombra y los culos mandan en la intoxicación informativa. A merced de los esbirros que nombra en tanto controla la mafia de la televisión púbica. El orgullo se festeja en La Moncloa. Estar al lado de este excremento humano inunda el ambiente de un olor a cloaca del Estado donde las ratas inoculan la peste. Sanchez es la yersinia pestis de la nación española. En Sánchez hay más digno de desprecio que de temor.
Durante la pandemia, Sánchez se cebó con su denominado Estado de Alarma desde la torre donde miraba con desprecio a sus socios y servidores ministeriales, aislándose del ejercicio del poder y dedicando su tiempo a sus negocios interpuestos de las mascarillas, a sus tramas dominicanas y al ocio en las villas del Estado para disponer de un año sabático mientras sometía a la población a la tortura. Sánchez hubiera sido un buen director de Auschwitz-Birkenau o de cualquier otro campo de exterminio. Y Ábalos de cancerbero cebándose con las víctimas vulnerables.
No sentiríamos pena de que fuera víctima de un verdugo que le ajusticiase porque no existe en este personaje ningún rasgo de humanidad y no solo por lo que ha hecho y merecería. España debe apelar al maximo castigo penal de la traición que se contempla en el Código de Justicia Militar o instaurar nuevamente la pena de muerte por delitos y estafas continuadas mientras ha ejercido como presidente. Este es el deseo común de muchos españoles, los que lo dicen directamente y los que lo piensan aún haciéndose pasar por cristianos. Ya circulan sujetos sin esperanza dispuestos a tomarse la justicia por mano propia. Para este patético caso de narcisista confesional y pervertido no puede haber ni perdón ni olvido.
Pronto sabremos más sobre la verdadera historia de los años 2020 y 2021, la historia real contenida en los guasas y cuando terminen en la cárcel Ábalos, Koldo y otros, completaremos la biblia de este mendaz salvador. Primero caerá su hermano y quizás su ama y cómplice a quien incluso aunque sea capaz de sacrificarla cuando él y solo él es el único artífice de corrupción de la trama, el número 1. Que otros guasas de alcoba gasta con su ama de llaves.
Quedan guasas por ver, sobre Puigdemont, los recogenueces vascos, los bilduetarras y tantos otros que le sostienen o lo han sostenido en el poder, dos años de mensajes dan para comer a la prensa hasta su caída definitiva.
El estudio del origen del mal no puede retratarse a filmes o novelas, la realidad supera a la ficción. Sabido es y la historia de España lo recogerá es una historia de crimen y de suspense con un solo protagonista que a sangre fría busca su pase a la historia, como Hitler, Mussolini, Stalin, Mao o tantos otros sátrapas. Esperemos que sufra lo suficiente o que en un acto de bondad hacia sí mismo se descerraje un tiro como el Fürher hizo en su búnker.
