EL REPASO

Alfonso Rojo: “Y a estas alturas, Feijóo y los panolis del PP siguen soñando con un PSOE bueno”

No queda otra -damas y caballeros- que darle la vuelta a esto como si fuera un calcetín

Toma cuerpo la idea de que Sánchez está acabado y hacemos cábalas sobre todo lo demás.

En contra del sentir general, no creo que el marido de Begoña de la espantada. Será el candidato del PSOE en los próximos comicios, con la vana ilusión de que le funcione otra vez el timo de la estampita.

Algunos, por lo menos aquí en Periodista Digital, están convencidos de que la Coalición Frankenstein se desmorona y que tendremos elecciones antes de Navidades.

Otros apuestan por 2027, cuando finaliza la legislatura.

El respetable está dividido entre los que vaticinan que habrá Gobierno de coalición PP-VOX y quienes apuestan por un Ejecutivo monocolor, presidido por Feijóo y apoyado desde fuera por Abascal.

Y por encima de todo, la pregunta, el enigma, el misterio, el verdadero arcano, es si una vez en el poder, con el Gobierno central y los de casi todas la comunidades autónomas en sus manos, el centroderecha echará para atrás las leyes, tropelías, pifias y ocurrencias del sanchismo o volverá a chalanear, arrastrar los pies, eludir los conflictos y dejar todo a medias.

Yo se lo que quiero, pero albergo más dudas que certezas.

Feijóo acaba de designar como su Nº-2 a un duro como Tellado y ha nombrado a la feroz Muñoz portavoz en el Congreso de los Diputados, pero le escuchas hablar y se te abren las carnes.

Les voy a leer lo que soltó el otro día en Antena 3: “Estoy presentando un proyecto para mi país, que ya no distinga ni de derechas ni de izquierdas; transversal, de centralidad. El cambio político que necesita España es el mismo que necesitaba en el año 82 con Felipe González”.

¡Coooñó!

Perdonen el taco, pero es que es de aurora boreal.

Y no sólo porque el líder del PP afirma sin pestañear que de derechas aquí sólo queda VOX, sino porque da la impresión de que los dirigentes populares sufren de la misma enfermedad que padecía Ciudadanos: no les gustan sus votantes.

Se mire por donde se mire, es innegable que el grueso del voto del PP es de derechas y no está en las memeces del consenso, la mano tendida y el relativismo moral.

Feijóo sostiene que su partido no es ‘ni de derechas, ni de izquierdas’, sino de ‘centro y transversal’.

Probablemente lo hace aconsejado por Michavila y los gurús demóscopicos de Génova 13, para intentar pescar votantes en el imaginario ‘sector moderado’ del PSOE.

Para empezar, me parece una pavada porque en el PSOE, el partido más putero y corrupto de Occidente, el que hunde sus raíces y reinvindica la Guerra Civil del 36 y se abraza  a separatista y proetarras, no hay nada bueno que salvar ni gente que no haya avalado las indignidades de Sánchez.

Y segundo y más importante, me escama y mucho porque da la impresión de que Feijóo no tiene, ni siquiera de salida, la intención de regenerar España.

Si a lo que vienen lo nuevos es a reparar el artefacto averiado que nos han endosado los progres, habremos hecho un pan como unas hostias.

Vamos a ver si hay suerte y la aritmética electoral hace ineludible una fuerte presencia de VOX en las instituciones.

No queda otra -damas y caballeros- que darle la vuelta a esto como si fuera un calcetín.

Te puede interesar

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Los vídeos más vistos

Lo más leído