Hay, entre “arriba” y “abajo”,
diferencia muy notable;
no menor es la que existe
entre “detrás” y “delante”;
“corto y “largo” no es lo mismo;
“después” opuesto de “antes”
“mucho” , contrario de “poco”
un “toma” nunca es un “dame”,
o “ganar” que no es “perder”;
“pequeño” se enfrenta a “grande”
“más” no es lo mismo que “menos”
“sobra”, es distinto de “falte”
“lejos” también lo es de “cerca”
y “cierra”, contrario de “abre”,
son conceptos, por opuestos,
que jamás serán iguales
se ponga como se ponga
esta panda de bergantes.
Poco le importa a la mafia
la realidad a su fraude
pues trabaja para adictos
poco o nada razonables;
se fían de lo que escuchan
y ahí reside la clave
puesto que ignoran los hechos
aún sean incuestionables;
Retuercen, pues, los vocablos
y con esta gente se hacen.
El asalto al Diccionario
terco, feroz, implacable,
deja el camino expedito
a su corrupción constante.
El diccionario cayó
en sus garras como antes
cayeron Instituciones
ni una sola va a librarse.
Atraco totalitario,
el Estado, a sus pies, yace.
Ese corromper palabras
es aliado de otros fraudes;
la confusión, su estrategia
lograr que el caos nos trague
por que la gente se pierda
y, de ese modo, ellos ganen.
“Progresismo”, ir hacia atrás;
“izquierda”, cajón de sastre
en el que cualquier estropicio
contra la trabajadora clase
la venden como defensa
lo que no es sino un ataque
contra su prosperidad
¡cada vez más pobres paren!
A los parados los llaman
de otro modo; así les salen
las cuentas a su manera
tras los números trucarles.
“Pseudo-Medios” son los pocos
que quedan profesionales,
perseguidos, pues les cantan
a diario, las verdades;
“derechos” son opresión
tiranía, “libertades”
“Leyes indecentes” pasan
a ser “avances sociales”
venden “cambios de opinión”
por bulos impresentables;
“ultraderecha”, un fantasma
no se ve en ninguna parte
pero a los suyos asusta
hasta que, encima, se caguen;
“invasión” es “tolerancia”
“Constitución”, un desmadre
y así sucesivamente
el cambiazo por delante
ellos siguen a lo suyo
mientras lo nuestro se carguen.
Indefensos quedaremos
cuando el idioma nos falle
pues que la Razón se expresa
tan sólo por el lenguaje.
La apropiación indebida
cuando llegue a consumarse,
y a fe que poco les falta,
aquí no se salva nadie.
Ellos también se hundirán
y parece no importarles;
con tal de hacer daño a España
dan por bueno fastidiarse.
Suicidas a más de idiotas;
no digamos, sus votantes,
no se encuentra una palabra
que pueda denominarles.