Si adelgazar tanto le va a poner de tan mal humor, me quedo con el Miguel Bosé fondón, en su caso perdono los michelines por una buena sonrisa
¿Qué le pasa a Miguel Bosé?, eso es lo que me pregunté esta semana cuando acudí a la rueda de prensa que organizó su discográfica en la Casa de América para presentar ‘Cardio’, su nuevo disco. Allí nos concentramos unos cien periodistas de muchísimos medios, todos queríamos reencontrarnos con Miguel, escuchar su música y, por supuesto, por encima de todo, cumplir con nuestro trabajo, que en este caso para mí era entrevistarle.
Reitero que Miguel Bosé me decepcionó enormemente cuando en una conexión en directo para el programa ‘Espejo Público’ y habiéndolo pactado previamente con él, se saltó a la «torera» lo acordado por un antojo que más bien parecía de «estrella prepotente y caprichosa».
Quiso hacer la gracia y respondió que «no era la hora» para ser entrevistado en directo en el programa y que ya entraría más tarde.
«HIZO EL RIDÍCULO»
En este caso, Miguel a sus 54 años y con una trayectoria artística que se remonta a casi 35 años no quedó en buen lugar, yo diría que hizo un poco el ridículo, pero eso ya es cosa suya.
He de decir, que al cabo de un rato, tal vez consciente y avergonzado por haber faltado a su compromiso, pude entrevistarle en directo, entró y fue correcto, su actitud era ya muy distinta y mucho más cercana. Me quedé más tranquila porque al menos rectificó, errar es humano y dicen que rectificar es de sabios, no diría yo tanto, más bien de arrepentidos.
Presentar un disco es motivo de dicha para un artista, pero Miguel no estaba del todo cómodo, es como si esa mañana se hubiese levantado con el pie izquierdo porque tuvo dos encontronazos con mi compañero Omar Suárez, reportero de ‘Sálvame’, y con Torito, a quien desde que éste le sacó sus trapos sucios en el desaparecido ‘TNT’ de Tele 5 no le puede soportar, lo dejó claro cuando le llamó «cerdo» y «hombre con síndrome de Diógenes». Esta última perla fue porque Torito llevaba una falda vaquera hasta los pies, emulando según él, la etapa más ochentera del artista. Bosé increpó su indumentaria y el reportero ni corto ni perezoso se quedó en calzoncillos, acto seguido el cantante pidió que desalojara la rueda de prensa. Torito abandonó la sala y hasta la puerta le sacaron unos maromos, hombres de confianza del artista.
MÚLTIPLES RETOQUES
Bosé ha adelgazado más de veinte kilos, se ha quedado tipazo porque el tío tiene «chasis», con su remodelada figura puede posar como posa para la portada de su disco. Bosé siempre ha sido vitoreado por mujeres y hombres, cuántas veces le habrán gritado ¡guapo!, tal vez tema envejecer y por eso estando apenas a dos centímetros de su cara puedo dar fe de que las arrugas brillan por su ausencia, sus múltiples retoques le han mejorado la imagen con respecto a hace unos años en los que lucía una figura mucho más fondona y numerosas arrugas en su rostro, prueba ineludible del paso del tiempo.
Si adelgazar tanto le va a poner de tan mal humor, me quedo con el Miguel Bosé fondón, en su caso perdono los michelines por una buena sonrisa. ¡Miguel sonríe, que estarás más guapo!