La broma macabra de lo políticamente correcto

Integristas contra musulmanes: el sentido de la nacionalidad

El jueves santo más de un centenar de musulmanes invadieron y ocuparon la Iglesia-Catedral de Córdoba. Protagonizaron escenas de extraordinaria violencia agrediendo a los guardias de Seguridad y a los miembros de la Policía Nacional. Uno de ellos exhibió un cuchillo de grandes dimensiones con el que hirió a un policía.

   Es preciso abandonar a la carrera la broma macabra, la trampa mortal de lo políticamente correcto, para afrontar el peligro islamista y que no se queda en el terrorismo sanguinario, sino que éste sale del islamismo y de El Corán. Lo he explicado con claridad en mi libro ‘Islam, visión crítica’.

   Los agresivos asaltantes figuraban como turistas austriacos. El dato es relevante porque, históricamente, Austria se ha conformado, como España, en lucha con la barbarie islámica. Y ahora la agresión viene con pasaporte austriaco.

   Los integristas están haciendo un daño terrible al conjunto de los musulmanes, que han tenido que venir a Europa para poder sobrevivir y sacar adelante a sus familias, y no están haciendo otra cosa que desestabilizar, generar problemas y hacer odiosa a la población musulmana.

   La invasión de la Catedral de Córdoba pone sobre el tapete uno de los grandes debates del futuro: la nacionalidad no puede ser patente de corso. Debe responder a unas normas mínimos, a un mínimo de principios comunes. Un austriaco no puede ser antioccidental. La amenaza a la libertad no puede tener pasaporte austriaco. Y a los agresores del tipo de los de Córdoba habrá que retirarles la nacionalidad y el pasaporte.

   La nacionalidad en una sociedad abierta exige dos requisitos básicos sine qua non: 1) el respeto a los derechos personales de los demás (no puede proclamarse, por ejemplo, el designio de matar al ‘infiel’, al otro, al autóctono); 2) la igual dignidad de hombre y mujer.

   La nacionalidad ha de poder ser retirada a quien no acepte estos principios.

Bien por ‘El Mundo’

   Ya se van abriendo los ojos. Después de seis años de desarmar a la sociedad respecto al islamismo, con sus groseras mentiras y manipulaciones sobre el 11-M, es de justicia reconocer que ‘El Mundo’ publicó el domingo un buen informe sobre el radicalismo islámico en España. De 900 mezquitas contabilizadas en España, 50 son salafistas y 90 del movimiento ‘tabligh’, tapadera del integrismo y semillero de terroristas.

   Lo que no es de recibo es la serie de consignas políticamente correctas que morcillea ‘El Mundo’. Dice en su editorial que 140 mezquitas claramente integristas son una “minoría”. Desde luego, muy cualificada, y eso que no cuenta las wahabistas, como la de la M 30 de Madrid. Una “minoría entre las 900 en las que se reza y se imparte el islamismo sin alentar el odio y la violencia”. La ignorancia es atrevida y la de ‘El Mundo’ en ese punto es supina. El Corán es un texto que no hace otra cosa que alentar el odio y la violencia. “Matadlos a todos allá donde los encontréis”, dice El Corán. Me remito a mi libro ‘Islam, visión crítica’, que está cumpliendo su misión de rearmar intelectualmente a la sociedad española.

   También editorializa ‘El Mundo’ que “no hay que temer a los musulmanes que viven en España ni lanzar mensajes de intolerancia, pero sí de firmeza”. Para llegar tarde a la denuncia, ‘El Mundo’ encima quiere dar lecciones de no se sabe qué. Temor a nada, ni a nadie, como hombre libres, salvo a estupideces merengosas como la Alianza de Civilizaciones y al silencio cómplice de años de los medios de comunicación.

   Incluso en la información, contra el mínimo de deontología, morcillea y cuela que tal extremismo “no ha de confundirse con la práctica del Islam y cuya existencia no debe crear alarma, pero sí una estudiada prevención”. Entonces, ¿con qué ha de confundirse si no es con el islam? y ¿por qué no ha de crear alarma la existencia de mezquitas dedicadas a envenenar las almas contra los españoles autóctonos? ‘El Mundo’ empieza a sacudirse su superlativa estupidez de estos años, pero le cuesta. Por cierto, esas cien mezquitas deben ser cerradas de inmediato.

   Por último, agradecer a Juan Manuel de Prada, insigne escritor y columnista, su cita a mi libro ‘Islam, visión crítica’ en el ABC del lunes indicando que es “muy recomendable”.

GRAN SELECCIÓN DE OFERTAS MULTI-TIENDA

CONSOLAS

ACTUALIZACIÓN CONTINUA

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

Lo más leído