El periodista es uno de los pocos que ha firmado libros contra el islamismo

“Ya no se habla de multiculturalismo, sino de islamización”, afirma Enrique de Diego

"El Corán es muy obsesivo en legitimar y favorecer el asesinato y el genocidio" declara el periodista

Habría que hacer un referéndum nacional en el que se plantee el cierre de las mezquitas

Tras Oriana Fallaci, el periodista español Enrique de Diego es el único autor que ha firmado con su nombre libros sobre y contra el islamismo. El último, ‘Chueca no está en Teherán’ (Editorial Rambla. Ha levantado una notable polémica por su directo ataque al multiculturalismo, propugnado por los socialistas).

Enrique de Diego se juega el tipo con sus polémicas declaraciones que todos los días hace a través de su programa de radio en Intereconomía. Sus enemigos le acusan de ser una persona opuesta al multiculturalismo y al Islam. Él se defiende diariamente por la radio y en sus libros explica su postura fundamentando sus opiniones con razones y datos, muchos datos.

Su último texto está levantando ríos de tinta. Sus argumentos están profundamente documentados y es un gran estudioso de la cultura árabe, como demuestra en sus obras. Chueca no está en Teherán es un aldabonazo a nuestra historia olvidada. Le entrevistamos a raíz de la publicación del libro.

¿Cómo van las ventas de su libro ‘Chueca no está en Teherán’?
Lo saqué a la venta el peor mes posible, en septiembre, cuando sólo se compran libros de texto, pero con la idea de que influyera en las elecciones catalanas e introdujera el debate sobre la islamización. Los comienzos, como era previsible, fueron renqueantes, pero ha ido remontando con fuerza y ahora se está reponiendo muy intensamente, porque las librerías y la red de El Corte Inglés están recibiendo muchos encargos como regalo de Navidad, lo cual es especialmente gratificante porque, si me permite la irónica obviedad, el islamismo acabaría con la Navidad.

¿Qué nivel de influencia percibe?
Muy fuerte. De hecho, ya se ha dejado de hablar de multiculturalismo -es un palabro en desuso- y ahora el debate se ha centrado en la islamización. Es un avance decisivo. Además, entre ‘Chueca no está en Teherán’ y mi otro libro, ‘Islam, visión crítica’ (ambos en Editorial Rambla), el público español en general ya puede tener una visión del Islam no deformada por lo islámicamente correcto.

¿Podría describir a qué se refiere con lo de lo islámicamente correcto?
Esa es la estúpida colección de dogmas absurdos del tipo de que ‘Islam es la paz’ o que ‘los integristas hacen una mala lectura de El Corán’ o incluso la retroalimentación del islamismo mediante sus sanguinarios atentados de forma que inmediatamente se busca a un presunto ‘moderado’ para que desarme a la sociedad y la sede diciendo que no todos son así.

¿No hay un islamismo ‘moderado’?
No, en absoluto. El Corán es muy obsesivo en legitimar y favorecer el asesinato y el genocidio.

¿Qué opinión le merece de Geert Wilders?
Que lleva más razón que un santo.

Pero el islamismo quedaría amparado por el principio de libertad religiosa…
Como todo derecho, el de libertad religiosa tiene límites en los derechos de los demás. No puede predicarse -ninguna religión- que los ‘infieles’ pueden y deben ser asesinados. Eso no es propio de una religión, sino de una secta destructiva.

Entonces, ¿qué medidas plantea usted?
Un referéndum nacional en el que se plantee el cierre de las mezquitas. Incluso europeo…

¿Europeo?
Es claro que Europa está despertando del sopor al que ha sido conducida por su clase política, y especialmente por los socialistas, que han convertido a los musulmanes en su grupo mascota. Por toda Europa, en las elecciones van creciendo o emergiendo fuerzas políticas que plantan cara al Islam. Es notorio que ese, junto a la crisis, y muy ligado, pues estamos subvencionando a los islamistas, es el gran debate el inmediato futuro.

¿Subvencionando?
Sí, los musulmanes son en España básicamente un grupo parasitario dependiente de los Presupuestos. Según las cifras oficiales del Ministerio de Trabajo, el 47% de los varones marroquíes llevan más de un año en paro viviendo de ayudas sociales. Los socialistas, y también los populares, han estado cediendo terrenos para la construcción de mezquitas.

Alguna anécdota sobre el libro…
Me ha resultado muy llamativo el comentario del Gran Wyoming de que no entiende el título del libro. ‘Chueca no está en Teherán’. No sé qué parte de la frase le resulta incomprensible. Por supuesto, los peores enemigos de los homosexuales en España, después de los musulmanes, son Zapatero, Zerolo y los progres. Si sus aliados musulmanes triunfaran, los homosexuales colgarían, como en Irán, de una grúa. Es racional, lo que pasa que progre y racional son términos antitéticos.

Originalmente publicado en Todo Literatura

 

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Autor

Marian García Álvarez

Redactora experta en televisión de Periodista Digital entre 2013 y 2016.

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