¿Es aceptable que seis ministros dediquen su tiempo a bailarle el agua a El Mundo?
El Consejo de Administración de la Corporación Radiotelevisión Española (CRTVE), se reunió con la vicepresidenta del Gobierno. Está preocupado porque se ha confirmado el rumrum de recorte que venía sonando desde hace tiempo. El ejecutivo presidido por Mariano Rajoy, va a cortar los 200 millones de euros que cree que le sobran a la Corporación. Ahora, pues, el lobo no viene, llegó.
El optimismo infundado y la exuberancia irracional -somos los mejores, los de mas calidad, independientes, plurales y, sobre todo, GRATUITOS- han contribuido, de manera decisiva, a hacer de la televisión estatal una empresa tan inestable como insostenible.
El ajuste del 30 de diciembre, en el que se dijo que «El Gobierno ha tomado decisiones extraordinarias ante una situación extraordinaria» bien pudiera traer a colación la denominada deuda histórica de RTVE. En 2007, el Estado, vía Presupuestos Generales, asumió una parte del endeudamiento del Ente Público RTVE, algo mas de 3.100 millones de euros. En los ejercicios de 2008, 2009 y 2010 se completó el pago: nada mas y nada menos que 7811 millones de euros -siete mil ochocientos once- asumidos por el Tesoro Público. En mitad de la crisis financiera, una fiesta de gasto. Enorme, insólita.¡Que pronto lo hemos olvidado!
Miguel Ángel Sacaluga, vocal del Consejo de Administración de la CRTVE, afirmaba hace cuatro días: «Personalmente he defendido, defiendo y defenderé el actual modelo de RTVE de servicio público de calidad, independiente, mayoritario, gratuito y sin publicidad que algunos hemos contribuido a construir». ¿Gratuito? ¿independiente? ¿calidad?…A la deuda jamás investigada, hay que sumar el coste de un millonario ERE que permitió la salida de 4150 trabajadores. Soy una de las «beneficiadas» por esa estúpida medida que dejó manos libres para externalizar la producción de TVE y, en menor medida, de RNE.
La opacidad en las cuentas, la contratación de productos por encima del valor de Mercado, el amiguismo desbordado, la zafiedad, no difieren de las prácticas que llevaron al agujero económico anterior, cortesía del PP,PSOE y los peajes de las «minorías»de entonces. Las sucesivas auditorias del Tribunal de Cuentas, las alertas sobre un sistema impenetrable, proclive a saltarse la transparencia a la torera, no fueron capaces de poner orden en una historia que se repetía a sí misma de un modo simplista.
Carmen Cafarell, Luis Fernández y el propio Alberto Oliart, con la inacción del PP y la vista gorda del Consejo de Administración, practicaron políticas económicas laxas, a medida de grupos privados que actuaban por interés propio. La Ley de la radio y la televisión de titularidad del Estado, 2006, supuestamente respetuosa con el informe del Comité de Sabios, pudo ser el principio de la privatización de lo público.
La Ley de financiacion de la CRTVE, un asunto «urgente» para el gobierno de Zapatero, fue el resultado de la presión externa- las privadas- para acabar con la vida de la pública. En agosto de 2009 se cerró el proceso que un sistema clientelar de dirección en la sombra, había puesto en marcha tiempo atrás. Además de «llevarse» la publicidad, se aseguraron la salida del mercado de TVE. Sólo EAJ-PNV, ERC-IU-ICV, el BNG y UPyD presentaron enmiendas a la totalidad al proyecto de Ley. Eran minoritarios.
Limitar los ingresos de la CRTVE, a cambio de una incierta financiación, fue otro de los «regalos» generosos que ofrecía el nuevo marco legal. Los beneficios de explotación de series millonarias, como «Aguila Roja» (producción externalizada), o los derivados de otros productos que TVE paga a precio de oro, acaban en manos de los «amigos».
España Directo supuso una sangría económica para TVE. Las sucesivas direcciones contribuyeron al crecimiento espectacular de Mediapro. Se desviaron, encantados, del servicio público para subirse al tren de lo privado. Tampoco pasó nada. La retransmisión de las Loterías del Estado le «tocó» a Roures, solo porque TVE no podía «pasarse» de ingresos…
El otro día, «hasta seis ministros del PP» acudían a una fiesta de Pedrojota. En semejante sarao, las súplicas de dinero público para reflotar los desmanes privados parece que pusieron la música. ¿Es aceptable que seis ministros dediquen su tiempo a bailarle el agua a El Mundo? «Pero, sobre todo, aviso a mi señor que, si me ha de llevar consigo, ha de ser con condición que él se lo ha de batallar todo, y que yo no he de estar obligado a otra cosa que a mirar por su persona en lo que tocare a su limpieza y a su regalo; que en esto lo le bailaré el agua delante; pero pensar que tengo de poner mano a la espada, aunque sea contra villanos malandrines de hacha y capelina, es pensar en lo excusado» ¿Se habrán acordado de EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA?
Y ahora, este gobierno, ¿qué hará? Si sólo piensa en términos de gasto y no de inversión, recortará 200, 300…Si trabaja con otro criterio, informado criterio, puede subirse al tren del conocimiento y hacer de esta empresa un negocio rentable económica y socialmente. La CRTVE tiene futuro si se aleja de las prácticas corruptas que la llevaron a la sucesivas ruinas. El esfuerzo es grande y peligroso. Por un lado debe conseguir que una plantilla de casi 6500 trabajadores sea productiva. Entorilar a los profesionales para que no se escapen y cumplan su horario no es sinónimo de productividad. Contratar dúctiles servidores y arrinconar en los pasillos al personal fijo, es, a todas luces, una mala práctica. Dejar en manos de directivos no cualificados el gobierno del barco, una indecorosa forma de hundirlo.
Externalizar sin necesidad alguna, no deja de ser un artificio financiero de perversas consecuencias, propio de villanos malandrines. Renunciar al puente que supone RTVE con América y el Mundo Arabe, es una torpeza política y cultural de gran magnitud. El Canal Internacional es una herramienta de proyección, expansión e imagen de país infrautilizada, abandonada a la pereza y desidia de unos programadores que viven en el siglo XX.
El Instituto de RTVE, pieza fundamental en la formación y actualización de personal, es una potencial fuente de riqueza. La actual organización deja mucho que desear y poco que gastar.
Por último, confiemos en que este gobierno no caiga en la cuantificación y pierda de vista la cualificación de la información. Ser plural no es sinónimo de repartir el tiempo a partes iguales. Esa política seguramente es responsable de la percepción que los ciudadanos tienen de la clase dirigente. No les interesa.
Creo, como mi amigo Miguel Curieses, luchador infatigable, que lo peor de esta crisis es que está recortando el futuro y, ese, sí que es de TODOS.
Goya, octogenario, aún aprendía. La capacidad del conocimiento humano no tiene límite. La «crisis» ¿prohibirá aprender?
*Siga leyendo en ‘El mundo es un pañuelo‘, el blog de Isabel Paz. Ex profesional de TVE. «El Imperdible», «españa es», «2.mil», «Tiempo del Sistema Solar» o «Nos vemos en Marte».