El sacerdote jesuita Enrique ´Kike´ Figaredo es una de esas personas que encarna la humildad y sencillez propia tan solo de los grandes como la madre Teresa mientras su labor, que él califica de «pequeña», es en realidad hercúlea y hermosa como las imperceptibles gotas de agua sin las cuales no habría océano.
Conocido como el obispo de las sillas de ruedas por su labor humanitaria con los mutilados por las minas antipersona, Monseñor Figaredo recala estos días en España para recabar ayuda ante la emergencia alimentaria provocada por los desastres naturales que han asolado Camboya de donde es Prefecto Apostólico de Battambang.
Las salvajes inundaciones y tifones que provocaron centenares de muertos durante la pasada estación lluviosa, han acabado con las cosechas de arroz con las que se alimentaban las 3.000 personas que dependen diariamente Kike Figaredo para su subsistencia entre las que se encuentran los 200 niños y sus familias de las 20 guarderías levantadas por el obispo asturiano en distintos lugares del país.
Y no solo ellos. En un país donde apenas hay 6.000 católicos, la acción de Kike Figaredo como presidente de Cáritas Camboya llega directamente a más de 100.000 personas. Sus 26 parroquias se han constituido en la plataforma con la que desde el seno de la comunidad rural camboyana distribuye ayudas médicas, comida y educación.
Y es que además del proyecto de emergencia de la seguridad básica alimentaria en el que se encuentra embarcado en estos momentos, el jesuita lleva 27 años entregado a la educación de los más desfavorecidos a través de la formación de talleres.
Unos talleres donde ha obrado un pequeño milagro: al rededor de 700 discapacitados son hoy quienes sacan adelante a sus familias construyendo sillas de ruedas (con tres ruedas para adaptarse al terreno local), realizando obras de artesanía y aprendiendo oficios con los que ganarse la vida bajo un denominador común, aprender siempre a leer y escribir.
Dice Kike Figaredo que lo pequeño es hermoso. Júzguenlo ustedes mismos y como explica el propio Kike, tengan en cuenta que por pequeña o simbólica que nos parezca la aportación de cada uno de nosotros, «muy poco aquí, obra milagros allá».
CODA: Para quienes quieran colaborar con con su ONG SAUCE formada exclusivamente por voluntarios, pueden hacerlo a través de la C/C 2054 0320 15 915448483.1
En medio de la crisis económica que nos afecta a todos tan duramente en España, vaya por delante mi especial agradecimiento a los oyentes de La Espuela y telespectadores de El Gato al Agua que acudieron al mercadillo de mayo de los talleres de Camboya. Gracias de antemano a todos, de nuevo.