“Quien siembra vientos recoge tempestades”, se suele decir. Afortunadamente, en el colegio hacemos realidad este dicho desde un prisma positivo. Porque las escuelas somos grandes sembradores de futuro: plantamos la semilla de la ciencia, la expresión espiritual o artística, la literatura y los valores esperando que den fruto en la sociedad del mañana. De eso sabemos mucho los maestros, de sembrar sabiendo que otros serán los que recojan los frutos. Pero, a veces, este oficio tan bonito te sorprende y te regala cosechas tempranas que no esperabas.
En el colegio La Salle Franciscanas de Zaragoza estamos llevando a cabo el Taller de Plástica, uno de los talleres que conforman el Programa de Desarrollo de Capacidades del Gobierno de Aragón. La propuesta de este año es explorar algunos de los estilos artísticos del s. XX y XXI, a través de varios artistas y sus obras, conocer cómo surgieron, cuáles son sus características y qué quisieron comunicar al mundo. Tras este primer acercamiento, los alumnos del taller realizan sus propias propuestas, inspirados en estos estilos. No se trata de copiar las obras ni de versionarlas, sino de comunicar, a través del arte, utilizando la senda que cada estilo creó en su momento.
<p»>Y aquí aparece la magia. Los pequeños artistas nos han sorprendido con creaciones originales y sinceras, en las que se aprecia perfectamente el estilo del que parten (cubismo, fauvismo, expresionismo o surrealismo), pero con alma de niño. Obras que no quieren ser una copia, sino creación, que quieren comunicar algo al espectador y que sirven de catalizador de emociones, de anhelos y vivencias. En ellas podemos descubrir el incipiente talento de sus autores, y vislumbramos el fruto de esa semilla que, con ilusión y pasión, cultivamos cada día tanto desde casa como desde la escuela. Las familias están felices y los niños también. ¿Qué más podemos pedir?
Patricia Bádenas
Directora
Colegio La Salle Franciscanas de Zaragoza
