La crisis económica tiene raíces sociales

Ni héroes ni referentes morales

La sociedad carece de líderes capaces de enfrentarse a la crisis

Los valores, los modelos a seguir, los ejemplos de comportamiento en el siglo XXI, no son fuentes de enseñanza reservadas al ámbito familiar. Mientras el 2010 llamas a las puertas, los modos y los modales son implantados en la memoria colectiva por los medios de comunicación. La familia es un estamento en claro desarraigo incapaz de competir con el constante bombardeo de imágenes y modos de comportamiento que golpean cada segundo en la vida de una persona.

Los comportamientos que los padres reprochan, en muchos casos son portada e imagen a seguir por toda la sociedad que, en lugar de discernir, asume lo que ve a través de la televisión, de las revistas o internet como modelos éxito a seguir, a pesar de la bajeza intelectual de muchos actos el efecto imitación es palpable en la sociedad. Los retos ante una educación responsable son cada día más complicados, ¿cómo se puede recriminar un acto que es moneda corriente en cualquier canal de TV?.

El gran problema de los medios de hoy en día es la enorme uniformidad en la vulgaridad de estos. Cuando la TV vende banalidad, descaro y apología de la vulgaridad como estilo de vida de triunfo, la prensa escrita (en papel o en la pantalla de un ordenador) no responde mostrando valores como el trabajo, la seriedad, la responsabilidad o la dignidad, sino que se arroja a las fauces de un público víctima de un nihilismo ético decadente.

Con  la prensa y la TV como aliados de un pensamiento mediocre, aquellos que deberían ejercer como referentes para la sociedad, sus elites dirigentes, la clase política, los gobernantes o la oposición,  se arrojan sin pensarlo al mismo juego de la falacia de la manipulación más servil con el fin de mantener una ilusión, aunque esta perdiera cualquier parecido con al realidad desde hace tiempo.

¿Cómo vamos a recriminar a un estudiante, a un hijo, a un vecino un comportamiento, una mentira, una manipulación, cuando con tan sólo mirar a nuestro alrededor solo vemos falsedades declaraciones contradichas en menos de 24horas, promesas incumplidas en el momento que se disipa la luz de una sala de prensa?. La sociedad se enfrenta a una falta de referentes, de valores, ciudadanos huérfanos de cualquier sentido de responsabilidad en su moral y comportamiento, han llegado a ser los que rigen el destino del resto, cerrando un círculo vicioso que se consume a si mismo.

Responsabilidad, nobleza, honor, son palabras que cualquier día una ley eliminará de la lengua castellana, no hay referentes, nadie quiere asumir la responsabilidad de plantar cara a la crisis, de hablar claro al pueblo de liderar los sacrificios, de decir NO a los chantajes de las minorías nacionalistas, ha decir la verdad al pueblo y pasar así a la historia como aquellos que se alzaron por un futuro digno y con oportunidades para una nación.

Los héroes han muerto, vivimos en la dinastía de los que bajan la orejas y manipulan la verdad en lugar de derrotarla y ofrecer un futuro mejor a su pueblo.

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