«Sin desechos» (el título de hoy, en inglés): con eficiencia energética, en gran parte de biomasa propia, como también del sol y el viento o la fuerza del mar, con transporte racional y urbanismo lógico; eso es a lo que aspiran las «ciudades ecológicas», que se diseñan «ex novo», con criterios muy exigentes hacia un horizonte utópico, y en general, con la idea de replicarlas ulteriormente, cuanto más mejor.
A continuación figuran algunos casos de interés, que están actualmente en curso muy avanzado de realización. En la idea de disponer de nuevas experiencias públicas.
San Francisco Treasure Island. Isla artificial en la misma bahía en que está Alcatraz. En ella, el Gobierno de EE UU pretende promover una comunidad en la que sólo transitarán coches eléctricos, y donde el agua será sistemáticamente reutilizada y depurada.
Victoria, Columbia Británica, Canadá. Ciudad verde, libre de carbono. Las viviendas se construirán con la misma madera de los bosques que habrán de entresacarse para crear el necesario suelo urbano.
Masdar City, Abu Dhabi, en el más puro desierto de Arabia. Proyecto de diseño avanzado, de Norman Foster –ya se sabe, el marido de Elena Ochoa–, con grandes recursos tecnológicos aplicados, y sin utilizar el petróleo para nada.
Dongtan, China, en la provincia de Shanghai, desembocadura del Yan Tse King. Servirá para crear un prototipo replicable de urbe sostenible, aprovechando el agua de la zona, la biomasa local, la solar y la eólica. Todo ello con emisión cero, vertido cero y recuperación de materiales vía reciclado cien por cien.
Sherford, Inglaterra. La nueva ciudad dispondrá de una eco-granja, y edificios construidos con materiales sostenibles.
Ciudad del Medio Ambiente, Soria, la de Machado. Ubicada en el municipio de Garray y todavía con problemas de autorización. Concebida para el desarrollo sostenible, con zonas de uso especializado: campus empresarial e industrial, deportivo y ecuestre, ocio, área vivienda, etcétera.
En resumen: Zero-Waste: la utopía realizable.
