Ahora sólo hay que persuadir a Zapatero, un reto formidable
«Defenderemos el euro cueste lo que cueste», ha dicho Durao Barroso. Por fin han caído en la cuenta de que la insolvencia de Grecia es un problema de Europa, del sistema.
O mucho me equivoco o van a verse obligados a demostrar muy pronto su encomiable determinación. Les van a poner a prueba. Y no porque los mercados estén plagados de abominables especuladores, que eso es sólo demagogia simplona para consumo de una opinión pública desconocedora de la operativa en esos foros, sino porque acaban de decir a los inversores de todo el mundo que el BCE comprará todos sus euros. ¡La ganancia está garantizada!
Atacan al euro porque han visto al rey desnudo, porque la Unión ha enseñado al mundo todas sus vergüenzas. Es un gigante con pies de barro y la única forma de frenar esa deriva es dotarlo de cimientos sólidos.
Merkel y Sarkozy lo han dicho sin ambages: hay que contener el gasto público. Sólo si la economía europea es sólida, los inversores apostarán por ella y su moneda. La cuestión ahora es lograrlo.
A los griegos les han convencido los mercados, Irlanda hace tiempo que vio las orejas al lobo y actuó y Portugal tomó la misma determinación hace días cuando sintió su aliento.
Ahora sólo hay que persuadir a Zapatero, un reto formidable. Nuestro presidente parece encantado con ese ínfimo crecimiento del 0,1% del PIB que pronostica el Banco de España, Salgado ha dicho que la realidad les da la razón.
¡A ver quién le anima ahora a contener el déficit, a acometer un costoso proceso de reformas en términos de popularidad para adelgazar el peso de las Administraciones públicas y flexibilizar el mercado laboral!
Europa sólo puede sancionar, no tiene más mecanismos para obligar a España a ejecutar esas políticas, ésa es su gran debilidad.
Y se enfrentan a un virtuoso de la demagogia que, en los próximos días, intentará seducir a sus votantes cargando contra especuladores, filtrando borradores de leyes polémicas y sacando a los agitadores a la calle para defender la República.