¿Decidirá esta vez el presidente?.

MADRID, 26 (OTR/PRESS)

Todos ignoramos aun que puede salir de la reunión del presidente del Gobierno con esa treintena de grandes empresarios. Para unos -la mayoría- sólo se trata de una foto más; para otros es la consecuencia del llamado «Manifiesto de la Fundación Everis» que hace unos días se le entregó al Rey. Los hay también que aun creen en los milagros y esperan algo, lo que sea, de la reunión de ZP con los líderes empresariales.

Como esto es una columna, sólo puedo dar mi opinión de espectador sobre algunos aspectos de todo lo citado. Y en primer lugar sorprende que la Fundación Everis no hiciera llegar su «manifiesto» al presidente del Gobierno y fuera directamente al Jefe del Estado cuando nuestra constitución define muy claramente los distintos territorios. Tal vez lo más coherente hubiera sido hacerlo al menos de forma simultánea: entregar el documento a la presidencia del Gobierno y acudir también a Zarzuela para hacérselo llegar al Rey. Imagino que este «salto» se debe sobre todo a que en los folios del manifiesto no queda muy bien parada la clase política y muy diplomáticamente pero con toda contundencia se deja claro que desde 2007 el país está poco menos que a la deriva.

Sobre la reunión del Presidente con los empresarios, llama la atención que se hayan elegido digamos «a dedo» cuando existe -pese a todos sus quebrantos- una organización que agrupa a todos llamada CEOE. No sé si el día que el presidente quiera reunirse con los trabajadores, llamará también a treinta asalariados reivindicativos o preferirá verse directamente con las centrales sindicales.

¿Y que puede pasar en la reunión? Pues la verdad es que poco porque la mayoría de los allí convocados han participado directa o indirectamente en el «Manifiesto Everis» y, en cualquier caso, deben estar bastante de acuerdo en lo que redactó finalmente Eduardo Serra y se entregó al Rey. No digo yo que podían ahorrase el tiempo y los cafetitos, pero lo que puedan decir los empresarios en esa reunión está ya puesto por escrito en el Manifiesto.

De cualquier forma bueno es escuchar a todos y tomar nota. El problema es que ya hay una mesa de discusión sobre la famosa reforma laboral que está mas o menos estancada pese a los anuncios del titular del Trabajo que en seis meses veremos un goteo de medidas. A ver si es verdad. Pero lo malo es que ese goteo no va a ser suficiente; con la que está cayendo y las borrascas que vienen desde Irlanda, los expertos saben que se necesita un chorro de medidas y ya. Eso se lo van a decir los empresarios y eso no lo quieren oír los sindicatos. Una vez más será el Presidente quien tenga que decidir y la pregunta es: ¿lo hará esta vez? Hasta ahora seguimos instalados en la yenka: izquierda, derecha, delante, detrás.

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