Madrid. Las despedidas emocionadas de los concejales que se van centran el último Pleno municipal de la legislatura

Las despedidas emocionadas de los concejales que dejan su cargo y la aprobación de las actas del Pleno del pasado mes de abril centraron este miércoles la última reunión del Ayuntamiento de Madrid ee esta legislatura.

Tras la aprobación de las actas del Pleno de abril, único asunto del orden del día del celebrado este miércoles, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, fue dando paso a los concejales que abandonan su puesto en el Consistorio antes de la constitución de la nueva Corporación Municipal.

Todos los ediles de la oposición felicitaron al PP por su victoria en las pasadas elecciones y expresaron su agradecimiento a todas las personas que han trabajado con ellos, desde sus escoltas y chóferes hasta sus compañeros en el Consistorio de los diferentes partidos.

La emoción se dejó traslucir en algunos de los intervinientes, como los concejales socialistas Daniel Viondi, Alejandro Inurrieta y José Manuel Rodríguez, a quienes se les quebró la voz en determinados momentos de su discurso de despedida.

También algunos de estos ediles tuvieron un recuerdo para el escritor y exministro Jorge Semprún, fallecido ayer en París. Daniel Morcillo, de Izquierda Unida, recordó al «comunista heterodoxo» que fue Semprún, aunque posteriormente abandonara esa militancia, mientras que el socialista David Lucas destacó su «lucha por la democracia» y lo calificó de «referente» y «sinónimo de libertad».

A pesar de la emoción, el humor asomó también en algunas de las intervenciones, como en la del mencionado Daniel morcillo, quien se dirigió a Gallardón para indicar que le agradecía que le permitiera despedirse en la Casa de la Villa porque «yo a los palacios sólo acudiré para asaltarlos, como en el siglo XVII».

El socialista Alejandro Inurrieta se permitió igualmente algún comentario irónico al señalar que el delegado de Hacienda en funciones, Juan Bravo, es «un socialdemócrata de libro aunque él no lo sabe», una apreciación que suscitó una apostilla por parte del portavoz de IU, Ángel Pérez, quien dudó en tono de chanza de esa afirmación y añadió que, en todo caso, lo será «de libro corto».

Tampoco faltaron notas humorísticas en las palabras de Pedro Santín, responsable socialista en los temas de Medio Ambiente, quien espetó a la delegada del ramo, Ana Botella, que a ambos les ha caracterizado, aunque ella nunca se lo va a reconocer, su común admiración por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. «Sólo desde la admiración se puede hablar tanto de un presidente del Gobierno», bromeó el concejal.

POPULISMO REACCIONARIO

Especialmente contundente fue la intervención de la concejala socialista Isabel Villalonga, que también deja el cargo, quien tras «confesar» su amistad con Gallardón, algo que, según dijo, no ha hecho hasta ahora porque «no procedía políticamente», criticó el «populismo reaccionario» que impera estos días y pidió que se reivindique «la política sin complejos».

Tras reclamar que no se ataque a los representantes de los ciudadanos, Villalonga, quien se definió como «una representante de la militancia antifranquista», dijo que la mayoría de los políticos «transitan ligeros de equipaje, sea en coche oficial o en transporte público», lo cual «no es más que una anécdota».

«Se quiere ir al golpe bajo y eso no tiene ningún futuro. Quien habla mal de los representantes del pueblo está hablando mal de la democracia y del pueblo», subrayó la concejala, quien considera que «el que haya habido algún caso de miseria moral o ramplonería no anula los grandes logros del pueblo español».

Por su parte, Ángel Pérez ironizó sobre la novedad de que ahora Izquierda Unida «ya no es una minoría absoluta, sino otra minoría», lo cual nos da «una relativa felicidad», y pidió que en la próxima legislatura continúen «la crítica y el rigor en el debate».

David Lucas consideró necesario que los políticos no olviden por qué fueron elegidos, «para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos», y aseguró que se va del Consistorio madrileño con el «sinsabor» de no haber visto durante su etapa como edil la victoria de un alcalde socialista y de que Madrid no sea ciudad olímpica.

Manuel Cobo, vicealcalde en funciones y portavoz del PP, también se sumó a los agradecimientos a todos cuantos han participado en esta legislatura y aseguró que, aunque no va a contarlo, tiene constancia de lo difícil que ha sido para el alcalde tomar determinadas decisiones.

Finalmente, Gallardón, que cerró el Pleno, dijo que los concejales que se van no tienen que pedir perdón por emocionarse, sino que deben estar orgullosos de ese sentimiento, que refleja su compromiso y la autenticidad de su trabajo por Madrid.

Tras destacar la calidad humana y personal de todos los miembros de la Corporación, el alcalde subrayó que el compromiso está muy por encima de las diferencias políticas. Unas diferencias que, añadió, han enriquecido el resultado final porque «las cosas buenas que se han hecho son responsabilidad de todos».

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