EDITORIAL

Chismes y descréditos

Una vez más, esta semana, el gobierno local de Talavera de la Reina, en manos del PP, ha reiterado las numerosas deudas que dejaron los socialistas cuando perdieron las elecciones municipales de 2011. El Alcalde se ha referido a los 25 millones que en 2008 figuraban en el activo de la Corporación y que según Lago, cuando ellos llegaron al gobierno, ya no estaban: «Habían desaparecido», ha dicho. También nuevamente acusa a los socialistas de haber «engañado y hace demagogia barata» y se pregunta qué hizo el anterior concejal de Economía y Hacienda que dejó 3.300 facturas sin pagar en junio de 2011.

Esta misma argumentación la hemos oído periódicamente y cada poco tiempo desde que el PP se hizo con las riendas del Ayuntamiento en junio de 2011. Y llegados a este punto hay que recordar al Alcalde que el 13 de junio de 2011 en conferencia de prensa aseguró haber encargado al concejal de Economía y Hacienda una «auditoria» del Ayuntamiento para «conocer mediante un estudio riguroso, el estado de las cuentas, ingresos y gastos del año 2011 hasta ahora más la liquidación del presupuesto del año pasado». El concejal encargado del estudio, aseguró que estaría en un plazo de dos meses y que ésta se haría «sin ayuda exterior». Posteriormente, en diciembre de 2011, el ex portavoz municipal, hoy subdelegado del Gobierno en Toledo, dijo que el Ayuntamiento había contratado los servicios de la consultora Buhaira para hacer un plan de saneamiento económico financiero. Complementariamente, y como institución independiente, valoraría los resultados de la auditoría interna y redactaría el informe pertinente.

Han transcurrido no dos sino diez meses y aún no se conoce esa auditoria. En este tiempo tan solo han ofrecido informaciones sueltas, datos aislados de facturas impagadas, y también han insinuado la existencia de irregularidades en las cuentas del equipo anterior. Estos y otros asuntos los ha aireado el gobierno continuamente, durante estos diez meses, pero de la auditoria no se sabe nada.

Así pues ante tanto baile de cifras, de facturas, de supuestas culpas e irregularidades, lo razonable es preguntar al Alcalde qué sucede con esa auditoria y cuándo la va a presentar para que los ciudadanos puedan comprobar que todo lo que han estado manifestando hasta el momento es cierto. Es decir, se basa en hechos contrastados y comprobables. Porque hasta ahora lo único que los ciudadanos pueden hacer es confiar en la buena fe del equipo municipal. Pero ya sabemos que en política la buena fe no existe, sino todo lo contrario. De ahí que sean tan necesarias las pruebas. Y es que las afirmaciones sin pruebas son «chismes» y si son acusaciones entramos en el terreno del descrédito.

 

 

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído